Recientemente se han producido algunas declaraciones a favor de un nuevo centro de salud para Vila-real. Nada hay que objetar a esa legítima demanda, incluso si se acompaña de expresiones críticas hacia los responsables sanitarios. Pero la formulación de una demanda o la expresión de una discrepancia nada tiene que ver con lanzar despropósitos del calibre de que se han «desmantelado» centros de salud o que se está «desahuciando» o «dejando en la calle» a miles de pacientes.

Se ha trasladado a la opinión pública un hipotético cierre del Centro de Salud de Torrehermosa. Algo ciertamente difícil porque Torrehermosa no es ni ha sido nunca un Centro de Salud. Ha sido y sigue siendo un Centro de Especialidades que, desde luego, no se ha cerrado y que sigue funcionando con total normalidad.

La atención primaria de salud en Vila-real se presta en los tres centros de salud existentes en la ciudad: Carinyena, La Bóvila y Dolores Cano. Hasta el 2015, en el Centro de Especialidades de Torrehermosa habían dos consultas de medicina general y una de enfermería que seguían funcionando conforme al modelo tradicional de atención primaria (los denominados Médicos de Cupo y Zona). Esta situación incumplía el art. 10.5 del Real Decreto-ley 16/2012, de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud, que declaraba suprimida esta modalidad de prestación de servicios y obligaba a la integración de estos profesionales en un centro de salud.

Pero al margen de motivos legales, existen razones de equidad y de igualdad en el acceso a las prestaciones del sistema de salud, ya que los usuarios atendidos en Torrehermosa no estaban recibiendo la totalidad de la cartera de servicios del nuevo modelo de atención primaria.

A diferencia del modelo tradicional de atención primaria, basado en la atención a demanda y el trabajo individual, en los centros de salud se realiza una asistencia basada en el trabajo en equipos multidisciplinares que integra tanto las actividades de curación y rehabilitación como las de prevención y promoción de la salud. En éstos se desarrollan actividades individuales o grupales de control de enfermedades crónicas, tales como hipertensión, diabetes, obesidad, consejo nutricional, así como de atención a las mujeres mayores de 40 años.

Con el traslado de estas consultas a un centro de salud los usuarios siguen atendidos por los mismos médicos y se benefician de un mayor horario de atención. Mientras que Torrehermosa solo abre por las mañanas, los centros de salud de Vila-real tienen un horario de atención de 8 de la mañana a 9 de la noche. Además, se unifican en único centro todas las prestaciones de atención primaria (médico, enfermería, pediatra, matrona, trabajadora social) para toda la unidad familiar. También pueden disponer de enfermería de gestión de casos, para la coordinación de la atención domiciliaria del paciente crónico complejo.

En los centros de salud de Vila-real su médico de familia puede disponer de un amplio equipamiento que incrementa su capacidad de resolución de problemas, como por ejemplo equipamiento quirúrgico para la realización de intervenciones de cirugía menor ambulatoria, doppler, espirómetro, retinógrafo, electrocardiógrafo digital conectado a la historia de salud electrónica, cámaras fotográficas de alta definición para consultas no presenciales de teledermatología etc. Este equipamiento era impensable en una consulta de modelo tradicional.

La solicitud para la creación de otro centro de salud en Vila-real es perfectamente legítima y merece ser estudiada conforme a criterios de racionalidad, equidad y eficiencia en la asignación de recursos. Pero esta demanda puede reclamarse sin invocar cierres imaginarios ni desahucios inexistentes. El mayor desahucio que se ha producido en la sanidad pública española fue el protagonizado por el Gobierno del Partido Popular en el 2012, que dejó a cientos de miles de personas sin derecho a asistencia por no tener regularizada su residencia en España y que impuso el copago farmacéutico a pensionistas y a personas con diversidad funcional. Por ello es para mí un honor formar parte del equipo de la consellera Carmen Montón, cuya primera medida fue restablecer el derecho a la asistencia sanitaria con carácter universal y garantizar su gratuidad a los colectivos más vulnerables.

*Gerente del Departamento de Salud de la Plana