Cuatro años después de que Dolores Guillamón asumiera la presidencia de la Cámara de Comercio, Industria, Servicios y Navegación de Castellón, la empresaria ha vuelto a refrendarse como una de las personas con mayor protagonismo social en la provincia por su reciente anuncio de postularse para una reelección que ha sido bien recibida tanto por el tejido social e institucional como el empresarial, que valora el esfuerzo, el tesón y los resultados económicos de una institución que ha atravesado, en esta última etapa, uno de sus momentos más complicados a raíz de verse obligada a reestructurarse y adaptarse a la supresión de las cuotas obligatorias y a la nueva normativa que impone la nueva Ley de Cámaras.

--¿Qué le ha llevado a abrir la posibilidad de presentarse a la reelección?

-El compromiso. No hay otra razón. Un día me comprometí con la Cámara, hace ya muchos años, porque creo que se trata de una entidad que trabaja de manera incansable por algo tan importante como es respaldar a nuestro tejido económico. No hay más secreto. Cogí el timón en unas circunstancias adversas y di mi palabra de que no abandonaría esta nave hasta no verla a velocidad de crucero. El pasado año, la Cámara acabó con superávit después de varios años en números rojos. Y fue una magnífica noticia. En esto somos un modelo a seguir para el resto de las Cámaras, pero mi compromiso no tiene fecha de caducidad y seguiré apostando por seguir creciendo, de lo que estoy segura. Quienes me conocen saben que soy una persona de palabra y mi compromiso no es de quita y pon. No sabe de fechas ni de horarios.

--¿Y qué puede aportar?

-Pues mucho trabajo. Si algo me han enseñado los casi cincuenta años de dedicación empresarial es que el esfuerzo merece la pena. Lo que más cuesta es lo que se más se valora. Lo que ofrezco no es más que dedicación, esfuerzo y velar por sacar adelante una institución que es más que centenaria en la provincia. Pero no quiero que se focalice todo en una persona, porque a mi lado siempre he tenido a los mejores colaboradores que se pueden tener. Tengo un comité de dirección que me arropa, y a los miembros del pleno de Cámara, que me han apoyado desde siempre y me han ayudado a perseverar en este esfuerzo. Y cómo olvidar a los trabajadores de la Corporación empresarial, auténticos artífices de una recuperación que ha sido posible al trabajo de todos.

--¿Dónde están sus límites?

-Pues mis límites están en todo aquello que tiene que ver con la indiferencia. La entiendo como la antítesis del compromiso. Pues claro que tengo límites, pero puedo asegurar que me sobran fuerzas para encarar nuevos retos y, estoy segura, que no decepcionaré en cuantos confían en mí, porque creo y me vuelco en todo lo que hago y así seguiré porque es mi manera de ser y lo que quiero ser. Creo que es tarde para cambiar, ¿no cree? (risas).

--¿Y qué piensa hacer de salir nuevamente reelegida?

-No hay que correr tanto. Tenga en cuenta que el proceso para las nuevas elecciones presidenciales en las Cámaras aún no se ha abierto. Presumiblemente será a partir del próximo otoño y, seguidamente, deberemos esperar bastantes meses más hasta que se aprueben los correspondientes reglamentos internos, la Generalitat formalice este proceso y después se abre otro periodo. Quizá estemos hablando de más de un año, con lo que creo que lo mejor es vivir y trabajar en el día a día. Porque tenemos muchos proyectos que poner en marcha. Estamos en un momento en el que vivimos inmersos en planes, en programas que nos llenan de ilusión y que nos permitirá afianzarnos como esa entidad facilitadora de servicios que queremos ser para todas empresas, independientemente del sector en el que trabaje y de su tamaño.

--¿Y qué proyectos son?

-La Cámara de Comercio ha reforzado de una manera importante toda su oferta de servicios. Le contaré que somos la mayor referencia formativa de apoyo a la empresa. Ofrecemos planes personalizados y cursos basados en estrictos criterios de calidad. La formación en idiomas es una de nuestras bazas, porque hoy más que nunca conocer otras lenguas como el inglés multiplica las posibilidades de éxito tanto de las empresas como de los trabajadores. Y lo ponemos muy fácil, acomodando la oferta a los horarios y calendarios de nuestros alumnos. Así estamos ya metidos casi de lleno en una nueva edición del curso intensivo de verano en inglés, con 40 horas; programas para fomentar la innovación de nuestras empresas, para desarrollar las nuevas tecnologías de la comunicación; en la promoción de emprendimiento femenino. Además, estamos promoviendo convenios de colaboración con los diferentes ayuntamientos para adecuar el comercio a los nuevos retos que nos impone el mercado; y qué decir de la internacionalización, hemos sido testigos en primera línea del boom de las exportaciones castellonenses, un sector que nos ha llevado a cotas inimaginables.

--¿Cómo valora las relaciones con el resto de las instituciones?

-Para la Cámara de Castellón es de agradecer la buena disposición que tiene el conjunto de las instituciones, que nos ven como una herramienta eficaz para promover las medidas dirigidas al crecimiento económico y la ampliación de las posibilidades. Somos una entidad volcada en el desarrollo de iniciativas que mejoren las condiciones de las empresas, pero también comprometidas con la creación de empleo. Porque para nosotros, es la misma cosa. Trabajadores, empresarios o empleados, porque todos lo son, están en el mismo saco y el progreso lo exige. Tenemos muy buena relación con la Diputación de Castellón, con Generalitat, con los organismos oficiales de la Administración central a través de Cámara España, de buena parte de los ayuntamientos de esta provincia... sería muy largo. Sí le diré que todas estas instituciones hacen que nuestra labor sea más sencilla y, sobre todo, eficaz. Y eso es lo importante.

--¿Y en el asunto de las instalaciones? La estructuración ha abocado a la Cámara a reordenar sus espacios.

-Cierto. En los últimos años nos hemos visto abocados a adecuarnos a los nuevos tiempos. Hemos tenido que redimensionar la superficie de trabajo, adaptar los diferentes departamentos, etcétera, pero lo hemos hecho teniendo en cuenta factores como la necesidad de no dificultar el acceso de nuestros usuarios, de facilitar el trabajo de los empleados, también de rentabilizar una superficie y acomodarla a las nuevas necesidades. Por otro lado, y con el fin de impulsar los dos viveros de empresa que la Cámara de Comercio dispone en Vila-real, hemos decidido este año ajustar los precios con el fin de que acceder a estas instalaciones sea más fácil y menos costoso para aquellos empresarios que empiezan. Tenga en cuenta que se trata de dependencias con todos los servicios y que, además, tienen a mano todas las posibilidades que les puede dar la Cámara.