«Si salgo reelegido, quiero consolidar la Oficina Fiscal que ha arrancado en estos cinco años»

El Fiscal Jefe de Castellón, José Luis Cuesta, atiende a Mediterráneo apenas unas horas antes de que el BOE publique su cese en el cargo, como paso previo para presentarse a la reelección. Repasa la labor realizada en los últimos cinco años y algunos de los casos más polémicos, y explica cual es su proyecto para el próximo lustro al frente de la institución.

--Qué balance hace de estos cinco años en la Fiscalía?

--Lo primero es agradecer a mis compañeros el esfuerzo realizado. Por mi parte, y además de continuar con la especialización por secciones de la institución, tenía especial interés en organizar la Oficina Fiscal para que fuera un instrumento que facilitara el trabajo de los fiscales. Me ha costado tiempo hacerlo, pero hemos organizado la Fiscalía en áreas funcionales y también se han creado algunas figuras de referencia que son fundamentales para la organización, como un gestor que organice el trabajo y la información, y una persona que se encargue de controlar estadísticas para el quehacer diario y la memoria anual.

--Recientemente han decidido archivar el caso de las facturas del Hospital Provincial. Es una cuestión en la que se mezclan la justicia y la política. ¿Se sienten cómodos en este terreno?

--Los fiscales no entramos en ningún juego de esta naturaleza. Hacemos nuestro trabajo con profesionalidad, y eso evidentemente no quita que la opinión pública, los medios o los políticos hagan sus valoraciones. Para la instrucción de este caso, y gracias a un convenio recién firmado entre el CGPJ, la Fiscalía General del Estado y la Generalitat, se contó con el apoyo del cuerpo de Intervención del Consell, que también hicieron su valoración sobre las facturas y ayudaron a la fiscal a elaborar sus conclusiones.

--En este caso, la línea que separa las irregularidades administrativas y penal, es fina o amplia?

--Hay que distinguir las actuaciones del derecho penal de otros ámbitos jurisdiccionales. El primero sirve al legislador para sanciona las conductas más graves, que son por ejemplo la prevaricación o la malversación. Para nosotros eso no existía en el caso del Provincial. Es más, accedí al enlace del portal de Transparencia de la Generalitat, y ví que las mismas cuestiones que se denunciaban seguían existiendo. Por tanto, son temas que no se tienen que resolver por la vía del derecho penal, que a veces se utiliza inadecuadamente como arma arrojadiza.

--Otro caso mediático de los últimos meses ha sido el del asesinato de Miguel Navarro, ‘Maikel’. Es inusual tener a familiares de la víctima irrumpiendo en pleno juicio para protestar. ¿Cómo vivieron este caso desde la Fiscalía?

--Para mí, que estuve mucho tiempo en la Fiscalía de Menores, nunca había habido un crimen tan grave como este en Castellón. Hicimos el trabajo con la profesionalidad necesaria para un tema delicado en todos los aspectos. Creo que se ha aplicado la ley, y que nosotros no valoramos la bondad de la misma, o si las medidas que tomamos son las que desearía la familia de la víctima. Respecto a la duración de las medidas, creo que hay que tener en cuenta que el tiempo para un menor no corre exactamente de la misma manera que para un adulto.

--En Castellón no son habituales este tipo de crímenes...

--Es un hecho lamentable porque, a pesar de que no soy natural de Castellón creo, tras vivir toda mi carrera profesional aquí, que es una ciudad tranquila. Y ello a pesar de pertenecer a una zona costera, muchas veces más conflictivas. Aquí no ha habido grandes crímenes, y el de Maikel impactó porque nunca había ocurrido. Espero que no vuelva a pasar.

--Llegó a la jefatura en pleno caso Fabra y, en ese momento, se quejó de la lentitud de la justicia. ¿Sigue siendo lenta, a su ver?

--Para mí sigue siendo una gran preocupación, no solo por este caso, que se vivió con intensidad en Castellón, sino por muchos otros. Hay que valorar la importancia que tiene el parámetro tiempo cuando se quiere resolver un problema, pues si se dilatan los casos hacemos un flaco favor a la justicia. Creo que debemos corregirlo, y que es el momento de no retrasar más una cuestión de la que se habla desde el año 1989 en materia penal, como es el hecho de dar la instrucción al fiscal, y no a los jueces como ahora. Creo que la instrucción en menores, que ya realiza el Ministerio Fiscal, funciona mejor y es un ejemplo para avanzar.

--Hace unas semanas estuvo en Castellón la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, para tratar de que, de una vez por todas, los medios informáticos funcionen. ¿Es también vital para la Fiscalía?

--Se ha iniciado un camino para mejorar los medios informáticos en al Ciudad de la Justicia, pero la consellera tiene que tomar la decisión de si mantiene el Cicerone o bien elige otro programa. Nosotros pensamos que es importante que el software escogido sea un expediente judicial electrónico, y que la Fiscalía esté integrada en el mismo.

--¿Está satisfecho con el juzgado penal bis que se anunció para desatascar el embudo actual?

--Cualquier medida que se adopte para remediar esta situación es bienvenida. A nosotros nos hubiera gustado que se creara un juzgado nº 5 de lo penal, pero creo que si se entiende como un plan de choque para revertir la situación de bloqueo actual, es positivo. Eso sí, luego habría que hacer una planificación más a largo plazo para satisfacer las necesidades de la justicia castellonense.

--Cuál es su diagnóstico al respecto de este último punto?

--Hay dos temas ya largamente reivindicados. Por una parte, el partido judicial de Nules, que abarca 30 municipios y alrededor de 120.000 habitantes y tiene solamente cuatro juzgados mixtos de primera instancia e instrucción. Y el de Vila-real, que solo abarca dos municipios y una población de apenas 80.000 personas, tiene cinco juzgados mixtos y uno de violencia. La desproporción es abismal, y en este sentido es positiva la creación de un quinto juzgado en Nules, pero también sería necesaria la revisión de la ley para modificar los partidos.

--Si finalmente opta a la reelección, como así sucederá, ¿cuál es su proyecto para los próximos cinco años? ¿Qué le queda por hacer como Fiscal Jefe?

--Por una parte, terminar la implantación de la Oficina Fiscal. Dimos los primeros pasos, pero con una organización interna, porque la dependencia de los funcionarios es de la Conselleria. Lo que tenemos ahora es temporal, y espero que a principios de año salgan las plazas definitivas a concurso. A partir de ahí, confío que los elegidos asuman sus tareas y cumplan con los cometidos que tienen los diferentes puestos. Creo que esto dará sus frutos poco a poco, porque habrá una figura intermedia entre el Fiscal Jefe y el resto de funcionarios, y eso mejorará la organización del departamento.

En segundo lugar, creo que han sido muy positivas iniciativas que mejoran la coordinación. Personalmente, me reuno cada mes con los mandos policiales de la provincia, para que nos pongan al día de las operaciones más importantes. Creo que es importante avanzarse cara al momento en el que, por fin, los fiscales sean los que lleven las investigaciones.

Creo, por último, que sería útil la creación de un gabinete de prensa que dependiera de la Fiscalía Superior de la Comunitat para mejorar nuestra comunicación.

--A nivel estatal, los fiscales están últimamente en primera línea mediática. ¿Qué le parece?

--No me siento cómodo. Creo que determinados tratamientos, como cuando en casos mediáticos se realiza un juicio paralelo entrevistando a abogados, no son positivos. O, en el caso de Cataluña, cuando se pone en duda el trabajo del Fiscal General del Estado diciendo que si está dirigido por el Gobierno. No es así, y se trabaja cumpliendo la ley.