Rodrigo Rato no oculta, como hacen otros, sus aspiraciones a suceder a José María Aznar cuando se lo preguntan. El vicepresidente económico contestó ayer en la SER que si su partido considera que debe ser el candidato a la presidencia del Gobierno, lo aceptará "con todas sus consecuencias" porque sería "un honor". Rato destacó el componente de liderazgo de ese puesto y destacó como cualidades del político la "pasión, liderazgo, ilusión e ideología", que él dice tener.

Dijo que en el PP no hay miedo a expresar la aspiración a la sucesión: "Cada cual dice lo que quiere; no creo que haya ningún impedimento, la ambición es legítima y los ciudadanos tienen derecho a saber lo que piensa cada cual, pero eso no quiere decir que todos tengamos que decir las cosas de la misma manera. La gente dice las cosas en el momento que le parece apropiado y como le parece apropiado".