El Gobierno del PP se va a cargar la Fiscalía Anticorrupción al limitar el tiempo de investigación y la confidencialidad de ésta. Con Jesús Cardenal como fiscal general, Carlos Jiménez Villarejo sólo ha podido actuar en régimen de libertad vigilada. La corrupción fascinó al PP cuando erosionaba al PSOE. Pero luego Aznar no ha evitado su existencia, sino que le salpicara. Villarejo se ha convertido en el objetivo a batir por el PP. Descansen en paz los casos ´Piqué´, ´Gescartera´, ´Alierta´, ´Rodríguez´ y tantos otros. Amén.