El presidente del Gobierno, José María Aznar, propuso ayer en la ONU la elaboración de una lista única de organizaciones terroristas a escala mundial, que reemplace las ya existentes en Estados Unidos y la Unión Europea (UE). También planteó inscribir la lucha antiterrorista en los esquemas de cooperación internacional, de modo que un país pueda solicitar ayuda financiera o material para combatir a los subversivos, como hoy la pide para desarrollar planes de salud o educativos.

Aznar lanzó estas y otras ideas --siete en total-- durante su intervención de ayer ante el Comité Antiterrorista de Naciones Unidas, en la primera jornada de una visita de tres días a Nueva York y Washington en la que la lucha contra el terrorismo tendrá el protagonismo de la agenda. El presidente se reunirá hoy en la Casa Blanca con George Bush, a quien pedirá la inclusión de Batasuna en la lista de organizaciones terroristas que elabora ese país.

"TOLERANCIA CERO"

En su discurso de ayer, pronunciado en la sala del Consejo de Seguridad de la ONU, el presidente del Gobierno abogó por la "tolerancia cero" frente al terrorismo y afirmó que este principio debería figurar "en primer lugar de cualquier código de conducta de la comunidad internacional".

"El terrorismo es uno, a pesar de sus mil caras. No hay terrorismos domésticos y terrorismos internacionales, viejos y nuevos, de primera y de segunda", proclamó Aznar, que no oculta su empeño en acorralar internacionalmente a ETA y a Batasuna.

En su propuesta de diseñar una lista negra dentro del Comité Antiterrorista, Aznar citó como ejemplo la que se creó tras los atentados del 11-S mediante la resolución 1267, para identificar a la red Al Qaeda y los talibanes.

Sobre la iniciativa de incorporar la lucha contra el terrorismo en el esquema de la cooperación internacional, manifestó que las ayudas se podrían ofrecer en el terreno bilateral o multilateral, y subrayó que el Banco Mundial y el G-8 "están llamados a desempeñar un papel especialmente relevante".

Fuentes de la Moncloa señalaron que, a juicio de Aznar, un país podría solicitar ayudas financieras para combatir a grupos que considere terroristas sin necesidad de que estén en la lista negra. No aclararon qué sucedería, por ejemplo, si Rusia requiriera de esa cooperación para combatir a los chechenos.

También planteó Aznar la creación en la ONU de un "mecanismo institucional" que "pueda servir de foro" a las víctimas del terrorismo, así como la "articulación de procedimientos" que impidan que "grupos terroristas puedan servirse del sistema de Naciones Unidas para hacer llegar a la opinión pública sus mensajes violentos". Sus palabras remiten de modo inevitable a la rueda de prensa que ofreció en instalaciones de la ONU en Nueva York el líder de Batasuna, Arnaldo Otegi.

El presidente exhortó además a prestar una atención prioritaria a la proliferación de armas de destrucción masiva y su posible disponibilidad por parte de grupos terroristas. Por último, llamó a "privar a los terroristas de toda huella de legitimación" y "dejar al descubierto los pretextos que utilizan". En este punto instó a reactivar el proceso de paz de Oriente Próximo, desde la premisa de que muchos grupos terroristas árabes o islámicos encuentran en él la justificación de su actividad.

El presidente concluyó su jornada con una recepción al colectivo español y una visita a la exposición de Picasso y Matisse en el Museo de Arte Moderno (MOMA) de Queens.