El alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna (PNV), que acaba de revalidar su puesto al obtener 13 de los 29 concejales de la villa, reveló ayer que el tratamiento de un cáncer de próstata recién diagnosticado le alejará de la vida municipal dentro de un mes, aunque espera "regresar lo más pronto posible".

Lo anunció en una comparecencia en la que expresó su disposición a dar el "giro a la izquierda" que le ha reclamado IU para llegar con sus 3 ediles a un acuerdo de gobierno.

El afán de atajar "rumores y habladurías" decidieron al alcalde a explicar las razones por las que en breve plazo se ausentará del ayuntamiento durante por lo menos tres semanas. "Ahora todos saben lo que tengo y punto. Es un problema al que habrá que hacerle frente y ganarle la batalla", aseguró animoso, a la vez que anunciaba que no volverá a plantear esta cuestión en público. Los portavoces del PP y el PSE trasladaron de inmediato su solidaridad y apoyo al alcalde.

Azkuna, que la pasada legislatura gobernó en minoría con nueve ediles y no pudo aprobar ni un solo presupuesto en los cuatro años, confirmó que hablará "muy seriamente" con la portavoz de IU, Julia Madrazo, para fraguar un acuerdo.

CAMINO SEÑALADO

El alcalde confesó que a él no le "cuesta mucho" dar el giro a la izquierda que le reclama la formación de Llamazares y sugirió que ese acuerdo se puede extender a otros municipios de la margen izquierda en los que el PNV ha sido el más votado. Azkuna dijo que, en contra de los cálculos del PP, sus apoyos no han engordado a cuenta de Batasuna.