José María Aznar sigue haciendo sangre con el apoyo del PSOE a las movilizaciones ciudadanas de los últimos meses. Ayer achacó el fracaso electoral de José Luis Rodríguez Zapatero al "oportunismo callejero" del líder socialista. Este término fue acuñado por el presidente del Gobierno en la reunión del comité ejecutivo del PP en sustitución de la "oposición de pancarta" reiterado en la campaña.

Este no es el único factor que esgrimió el líder conservador al analizar los resultados del 25-M. Según Aznar, ninguna de las "apuestas personales" de Zapatero en estos comicios ha tenido éxito. Este sería el caso de Trinidad Jiménez, en Madrid, el modelo de Gobierno de la izquierda plural en Baleares o la apuesta nacionalista de Pasqual Maragall, que según el PP, ha limitado el poder de Joan Clos y beneficiado a ERC.

"LOS LÍDERES CLÁSICOS"

Además, al PSOE sólo le han dado buenos resultados sus líderes "clásicos", dijo Aznar. Se refería a los presidentes de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra y de Castilla-La Mancha, José Bono, que han superado sus propios techos electorales. "¿Qué necesitan" (los socialistas) "para avanzar?", se preguntó un Aznar ufano ante los máximos dirigentes del PP que le recibieron con una fuerte ovación. Todos le señalaron como el "gran responsable" de que la "hoja de ruta de la estabilidad política y económica" haya triunfado el 25-M.

Todos los miembros del comité ejecutivo entendieron a qué se refería su líder con esa pregunta. Sacaron la conclusión, que no dejó de causar alegría, de que ni la crisis del Prestige y el belicismo del Gobierno en la guerra de Irak, ha dado al líder socialista apoyos electorales.

Estas dos causas, por las que miles de ciudadanos se han manifestado, siguen sin aparecer en el discurso del jefe del Ejecutivo si no es en referencia a la oposición. La veintena de dirigentes que hablaron en la reunión de ayer tampoco mentó estos asuntos. Nadie apuntó que algunos de ellos se equivocaron cuando, meses atrás, expresaron sus temores ante el coste electoral de la política de Aznar.

El presidente del Gobierno desarrolló su análisis en seis puntos, la mayoría referidos a los resultados obtenidos por los socialistas. En ellos no faltaron las alusiones al radicalismo del que los populares acusan a los socialistas. Los pactos del PSOE con IU, ERC, la Chunta Aragonesista y el BNG, son las lanzas postelectorales que el PP dirigirá contra Zapatero.