Los militares españoles destinados en las misiones internacionales de asistencia a la seguridad (ISAF) en Afganistán y en la operación Libertad Duradera en Yibuti, expresaron hace dos meses su preocupación por la falta de seguridad de los aviones ucranianos contratados por el Ministerio de Defensa para realizar los traslados. Algunos se dirigieron al grupo socialista para manifestar sus quejas.

El 1 de abril pasado, la diputada socialista por Cádiz, María del Carmen Sánchez Díaz, trasladaba las quejas de la falta de seguridad al Ministerio de Defensa mediante una batería de preguntas. Un día antes, el 30 de marzo, había despegado del aeropuerto de Morón el avión Yakovlev 42 que se estrelló la madrugada del lunes en Turquía, con 62 militares españoles y 12 tripulantes ucranianos a bordo. Sus cadáveres serán repatriados hoy a Madrid.

PREGUNTAS DEL PSOE

La diputada Sánchez Díaz realizó una batería de preguntas al ministro de Defensa, Federico Trillo, sobre las condiciones "físicas y técnicas" de los aviones alquilados. Además de interesarse por la razón que impedía a los aviones españoles hacer los traslados de los militares, preguntó al ministro de Defensa por el malestar entre el personal español que tenía que subirse en unos aviones "cuyas condiciones no parece que sean las más óptimas".

Ayer, la diputada socialista seguía recibiendo cartas y mensajes electrónicos de militares. Uno de ellos decía: "Estimada diputada: ¿Cómo se puede consentir que el Estado Mayor del Ejército de Tierra haya alquilado un avión de esas características, sucediendo lo que parecía previsible hace tiempo? Sólo por el hecho de ahorrar dinero se han perdido 62 vidas. Espero que su grupo pida responsabilidades al Ministerio de Defensa".

El Ministerio de Defensa se mostró insensible a las preocupaciones de los militares y contestó, por escrito, el pasado 12 de mayo que "hasta el momento, no se ha puesto de manifiesto el malestar (del personal militar) al que hace referencia". También explicó que "los aviones se contratan a través de la Agencia de Mantenimiento y Abastecimiento de la OTAN (NAMSA) y cuentan con todos los requisitos exigidos por Aviación Civil para operar".

En la misma respuesta, el departamento del que es ministro Trillo endosó la responsabilidad de la revisión y el control de los aviones a la agencia de la OTAN. "Los aviones se contratan a través de la agencia NAMSA, con la que existe un acuerdo de ventas. Esta agencia supervisa las condiciones técnicas de todas las aeronaves que el Ministerio de Defensa solicita y que deben ajustarse a las que exige Aviación Civil", fue la respuesta textual.

Defensa adujo que contrató los aviones ucranianos porque tienen más capacidad que los Hércules españoles, pero no desveló el coste del contrato suscrito en el 2002 con la agencia de la OTAN para transportar personal y material de apoyo a las operaciones en Afganistán y Yibuti.

REPATRIACIÓN DE LOS RESTOS

El ministro Trillo gestionó con las autoridades turcas la repatriación de los restos de los 62 militares y, tras visitar la zona del accidente, cerca de la base de Trebisonda, consideró "absolutamente desolador" que el avión no hubiera podido remontar la montaña por 10 o 15 metros. Dio a entender que la tragedia se debió a un error del piloto que viró hacia las montañas en vez de hacia el mar.

Los féretros llegarán hoy a la base de Torrejón (Madrid) a bordo de tres Hércules. El Rey, el presidente del Gobierno y el líder de la oposición acudirán al funeral antes del traslado de los restos a sus lugares de origen. Las familias percibirán un seguro de 60.101 euros (10 millones de pesetas).