Los querellados cumplieron la ley, dice el tripartito vasco

Dirigentes de estos tres partidos denunciaron el carácter "político" de la querella de la fiscalía. El peneuvista Íñigo Urkullu habló de la existencia de un "golpe de Estado judicial y político" contra el legislativo y las instituciones vascas, del que responsabilizó al PP y al Gobierno.

Nacionalistas y excomunistas recordaron que los tres querellados votaron --junto con el representante del PSE, Manuel Huertas, contra quien no actúa la fiscalía-- a favor de una propuesta presentada por el propio Atutxa para que fuera posible una modificación del reglamento de la Cámara que permitiera disolver al grupo de Sozialista Abertzaleak (SA), como ordenaba el Tribunal Supremo.

Fue la junta de portavoces la que, en ausencia de EB-IU, rechazó esa propuesta: PNV y EA votaron en contra, al igual que SA, aunque su voto no fue decisivo. El tripartito se pregunta por qué no se actúa contra Joseba Egibar y Rafa Larreina, que fueron quienes se opusieron a la reforma del reglamento. Creen que es porque, como el portavoz representa a la totalidad del grupo, el fiscal debería querellarse contra todos los diputados del PNV y de EA.

Aunque la fiscalía alude al "subterfugio" utilizado y a la "voluntad dilatoria" para no cumplir la ley, lo cierto es que los imputados defendieron en la práctica una vía para disolver a los herederos de Batasuna.

"NOS INTENTAN ASUSTAR"

Urkullu, parlamentario y presidente de la ejecutiva vizcaína del PNV, dijo ayer en Lemoa, en presencia de Atutxa: "Nos intentan asustar, pero al pueblo vasco no se le gana ni con la fuerza ni con la amenaza", y retó al Gobierno a meterlos "a todos en la cárcel". El coordinador de EB-IU y consejero vasco, Javier Madrazo, acusó al Gobierno y al PP de buscar una "confrontación" para forzar nuevas elecciones en Euskadi.