Aznar quiso paliar ayer las críticas de la oposición por el fracaso de la cumbre de Bruselas y pidió tiempo para que se valore su gestión porque "la Conferencia Intergubernamental no ha terminado y el hecho de no haber concluido un acuerdo antes de final de año no significa que no vaya a haber un nuevo Tratado Constitucional".

El presidente añadió que fue a Bruselas dispuesto a alcanzar un acuerdo, pero que hubo países que no lo querían. En alusión a Francia, aunque sin citarla expresamente, dijo que algunos habían ido a la cumbre "con voluntad de decir no a todo".