La policía acudió ayer por la noche con dos de los detenidos tras el 11-M, a los que trasladaron con las caras tapadas, al locutorio que regentaba uno de los seis arrestados, Jamal Zugam, en la calle Tribulete del barrio madrileño de Lavapiés.

Tras hora y media en el interior, los agentes salieron con dos cajas precintadas, y después lo hicieron más agentes con los detenidos, que estaban esposados. En el lugar, que fue acordonado, se congregó un pequeño grupo de personas, en su mayoría extranjeras, que insultaron a los detenidos.

Por otro lado, se investigan los presuntos contactos mantenidos por Jamal Zugam, el responsable del locutorio, con el mulá Krekar, fundador del grupo islamista kurdo Ansar al Islam (los partidarios del Islam), según afirmó ayer el investigador para los abogados de las víctimas del 11-S, Jean-Charles Brisard. Este detective citó un informe de la policía de Noruega que señala que el detenido el pasado sábado por la policía española realizó varios desplazamientos a Noruega para visitar al mulá Krekar y a un hermano de éste entre los años 1996 y 2001.