El Ministerio del Interior difundió ayer por la tarde las identidades y fotografías de los seis presuntos terroristas, cinco marroquís y un tunecino, vinculados con los atentados de Madrid y de los que se sospecha que ya han podido abandonar el país.

Sus rostros y nombres ya están a disposición de todas las policías del mundo, después de que el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo firmará ayer por la mañana las correspondientes órdenes internacionales de búsqueda y captura.

Las identidades de los seis fugitivos corresponden a Jamal Ahmidam, alias El Chino o El Mowgli, Abdennabi Kunjaa, alias Abdalá, Said Berraj, los hermanos Mohamed y Rachid Aulad Akcha, y Sarhan ben Abdelmajid Fajet, alias El Tunecino. Aún no se ha cursado orden contra el posible cerebro del 11-M, Abdelkarim Thami Mayati, aunque fuentes de la investigación aseguraron ayer que se le está investigando.

La divulgación de las identidades de los sospechosos confirma que buena parte de los miembros de la trama que urdieron la masacre de Madrid tienen relaciones familiares. De hecho, dos de los fugitivos son hermanos de otros sospechosos ya detenidos.

CINCO HERMANOS El caso más curioso es el de la familia Aulad Akcha. La policía ya ha detenido a tres hermanos y busca a otros dos. Entre los arrestados está Naima, la única mujer detenida hasta ahora, y en su momento también se interrogó a Farid y a Kalid, aunque el juez los dejó en libertad por falta de pruebas. El último volvió a la cárcel, en la que ya estaba ingresado por otros asuntos no relacionados con el 11-M.

Otro de los fugitivos, Jamal Ahmidam, también debe tener algún parentesco con los hermanos Mustafá y Said, detenidos asimismo por la policía, aunque quedaron en libertad por falta de pruebas. Estos dos últimos son primos de Hamid Ahmidam, en prisión por presunta colaboración, y cuyas huellas se encontraron en la casa de Chinchón donde se fabricaron las bombas.

Fuentes de la investigación aseguraron ayer que la policía ha conseguido dar con la identidad de los sospechosos gracias a la aportación de testigos que reconocieron a los terroristas en fotografías y de huellas encontradas en diferentes escenarios vinculados con los atentados. Pero éstas no fueron las únicas pistas. Durante los interrogatorios algunos de los ya detenidos han ofrecido sus nombres que, además, aparecen en la documentación y las agendas intervenidas hasta el momento.

Los investigadores sospechan que al menos dos de los fugitivos están escondidos en Marruecos. También hay líneas de investigación abiertas en Gran Bretaña y Alemania, aunque no se descarta que puedan estar escondidos en cualquier país de Europa.