José Luis Rodríguez Zapatero anunció ayer en Sevilla que su compromiso de devolver a Andalucía los 2.500 millones de euros (416.000 millones de pesetas) que el Estado debe a esta comunidad en concepto de la deuda por el anterior modelo de financiación autonómica se cumplirá el próximo jueves, día 10, un día antes de que se cierre la carrera electoral para las europeas.

El abono de esta deuda ya había sido pactada por Zapatero con el también socialista Manuel Chaves el pasado abril, tras la toma de posesión de éste como presidente de la Junta de Andalucía después de revalidar su victoria en las autonómicas, que coincidieron con las generales del 14-M. El ministro de Hacienda del último Gobierno del PP, Cristóbal Montoro, se había comprometido a satisfacer una cantidad algo menor, 2.330 millones de euros, al Gobierno andaluz, pero no hubo tiempo para materializar el pago.

GOLPE DE EFECTO El PSOE quiso dar ayer un golpe de efecto a la campaña en la visita que Zapatero y el candidato Josep Borrell hicieron a la capital andaluza. El jefe del Gobierno estaba a punto de subirse al escenario para dirigirse a las 4.000 personas que dejaron a medio llenar el pabellón elegido para el mitin cuando se encendió una pantalla gigante. Apareció la imagen de Zapatero en otro acto celebrado el 29 de febrero en Dos Hermanas (Sevilla) con motivo de las pasadas generales, y se le escuchó proclamar: "Quiero que os imaginéis el día siguiente a cuando llame a Chaves y firmemos la devolución de la deuda del Estado con Andalucía". Se dibujó a continuación en grandes letras la palabra Cumplimos y Zapatero se levantó en medio de una gran ovación.

El pago de esta deuda, añadió el presidente, se producirá sólo siete semanas después de que su Gobierno se haya puesto a trabajar, mientras "el PP estuvo siete años diciendo no a lo que les pertenecía a los andaluces". Aseguró que el pago se hubiera producido igual si el PP hubiera accedido al Gobierno andaluz.

LO QUE QUIERE LA GENTE El jefe del Ejecutivo se ganó el siguiente aplauso del público cuando reprochó al contrincante de Borrell, Jaime Mayor Oreja (PP), haber dicho que el actual Gobierno es débil porque decide sus políticas en función de su popularidad. "Pues sí --le replicó--, el Gobierno socialista que presido va a hacer lo que quiere la gente, porque eso es democracia".

Añadió que el PP gobernó en contra de la opinión de la mayoría --citó el decretazo y la guerra de Irak-- y se quejó de que "cumplir con la palabra y atender la voluntad de la ciudadanía sea criticado". Ello le llevó a argumentar que el partido de Mariano Rajoy todavía no ha entendido los motivos de su derrota electoral el 14-M.

Zapatero señaló también que el PP no está legitimado para hablar de la unidad europea. "La ha dividido alejándose de Francia y Alemania, ha bloqueado la Constitución, y nos llevó a una guerra", resumió. Con el PSOE, añadió en alusión a Estados Unidos, "España tiene amigos y aliados, pero no amos, porque es libre y soberana".

BORRELL Y EEUU También Borrell optó por tender un puente a EEUU después de días de criticar "la aventura suicida del imperio" norteamericano y el Gobierno de Aznar en Irak. El cabeza de lista matizó que "sólo la derecha" confunde sus "críticas a un Gobierno" --el de Bush-- "con las críticas a un pueblo".