El secretario general del PP, Mariano Rajoy, recordó ayer a José María Aznar que él es ahora el responsable del Partido Popular y quien tiene que fijar la posición política de esta formación, aunque añadió que el expresidente del Gobierno y aún presidente del partido tiene "perfecto derecho" a opinar de lo que quiera.

Rajoy se refería a las declaraciones realizadas el pasado lunes por Aznar, que pusieron en evidencia las discrepancias y malas relaciones entre ambos. El expresidente del Gobierno discrepó abiertamente de la reforma de la Constitución española, que de forma limitada propone el PSOE y que el secretario general del PP está dispuesto a consensuar.

También criticó Aznar con dureza el texto de la Constitución europea, insinuando que no debería ser apoyada cuando se someta a referendo. Rajoy, por el contrario, es partidario de votar a favor pese a que critica los resultados obtenidos para España.

Tras un almuerzo con el presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, en Santiago de Compostela, el secretario general del PP recordó que el expresidente "habla desde una posición de alguien que no está en la dirección de un partido, pero que mantiene sus opiniones y criterios". Sobre si creía que el expresidente estaba minimizando su liderazgo, Rajoy respondió con un contundente "en absoluto". Y aseguró que él y Aznar coinciden en que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero "hizo una mala negociación" sobre la Constitución Europea.

"Yo eso también lo dije en el Congreso de los Diputados, y fui muy crítico, porque creo que se hizo una mala negociación". Ahora bien: "Eso no quiere decir que no debamos apoyar la Constitución Europea, que es un paso muy importante para el futuro de Europa y muy importante para el de España".

En relación con las reformas de la Constitución española y de los estatutos de autonomía, el secretario general del PP recordó que no eran una prioridad para su partido, pero reiteró que si el Gobierno del PSOE ha decidido hacerlas, su partido "quiere opinar y dar su criterio", porque "hay cosas en las que se puede mejorar". "Yo no me voy a negar a dialogar nunca con nadie, y después, lógicamente, mantendremos nuestra posición", dijo.

FRAGA, DURO Y CLARO Más duro y claro se manifestó Fraga con Aznar. EL líder gallego reprochó al expresidente que mantenga posturas políticas contrapuestas a las de Rajoy; y le recordó que, cuando en 1990 le traspasó los poderes al frente del PP, rechazó que debiese "someterse a una cierta tutela" por su parte.