Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores británico replicó ayer a las protestas formuladas por el Gobierno español por la presencia del ministro Geff Hoon en Gibraltar, lamentando "el lenguaje emotivo" que había sido utilizado.

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, replicó ayer, por su parte, desde Arcila (Marruecos) al afirmar que el Gobierno "lo único que transmite es la emoción del pueblo español" al protestar por la presencia de Hoon en los actos del tricentenario de la ocupación de Gibraltar.

Pese a la crispación de las relaciones bilaterales, el jefe de la diplomacia española consideró "positivo" que Londres haya transmitido al mismo tiempo su deseo de resolver "de modo tranquilo" sus fricciones con España.

"Consideramos a España un socio valioso y un aliado natural, y como con cualquier socio y aliado nos gustaría resolver cualquier dificultad de modo tranquilo", dijo el portavoz británico. A lo que Moratinos respondió: "La única emoción que me produce la declaración es que Gran Bretaña quiere hablar de temas importantes como es la cuestión de Gibraltar".

En al polémica metió también la cuchara el ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, quien afirmó que la conmemoración del 300 aniversario de la toma del Peñón por tropas inglesas "no es un asunto de los españoles".

"OBSESIÓN" En declaraciones a la BBC Radio 4, Caruana alegó que España "no tiene un motivo geográfico" para interferir en los festejos. A su juicio, la polémica responde a una "obsesión" de la clase política española. "No estamos celebrando una batalla militar en la que lucharon y ganaron las fuerzas británicas en 1704, sino el 300 aniversario de la soberanía británica y nuestra relación con el Reino Unido".