La policía ha localizado 217 huellas en la casa de Leganés en la que se suicidaron siete implicados en la masacre de Madrid el pasado 3 de abril. Tres de ellas pertenecen al argelino Allekema Lamari, acusado de pertenecer al GIA (Grupo Islámico Armado). Por ello, la policía considera que Lamari podría ser el séptimo suicida, aún sin identificar.

Fuentes de la investigación explicaron ayer a la agencia Efe que las huellas del argelino fueron identificadas el 24 de agosto. Los agentes localizaron en dos libros dos marcas del pulgar de la mano izquierda y otra del de la mano derecha. Sin embargo, los investigadores aún no han concluido que Lamari falleciera en el piso de Leganés, y están a la espera de que las autoridades argelinas les remitan pruebas de ADN para confirmar sus sospechas.

Lamari ha sido mencionado por el sirio Safwan Sabagh ante el juez Juan del Olmo. Sabagh, que fue detenido el pasado 20 de agosto en Valencia y quedó en libertad el pasado jueves, ha explicado que le mandó en 1998 un Corán a la cárcel y que también le dio sus números de teléfono. Lamari fue condenado a 14 años de cárcel por pertenecer al GIA en el 2001. El Tribunal Supremo le rebajó la condena a nueve años.