Un "ejemplo". Así resumió ayer José Luis Rodríguez Zapatero la comparecencia de su ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, para explicar la acusación al Gobierno de Aznar de haber apoyado el golpe contra Hugo Chávez en el 2002. "Qué ejemplo, qué contraste", dijo Zapatero, que contrapuso la actitud de Moratinos a la que mantuvo el lunes Aznar ante la comisión del 11-M.

Aunque lo hizo de manera velada, Zapatero acusó a Aznar de "querer imponerse siempre, aun sin tener razón". Para rematar su ataque, aclaró: "No me refiero a usted, señor Rajoy. A usted, le deseo suerte". Eduardo Zaplana interpretó la "alusión a Aznar" como una muestra de "cobardía" de Zapatero, que se arruga ante el "debate con Rajoy".

Al PP no le bastó ayer con la comparecencia matinal del titular de Exteriores. Por la tarde, el presidente del PP, Mariano Rajoy, insistió en conminar a Zapatero a destituir al ministro, al que acusó de carecer ya de "crédito y autoridad moral".

Mientras, Zapatero acordó ayer con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, mantener una entrevista en Moscú el próximo 10 de diciembre. La cita, prevista para ayer, tuvo que ser pospuesta debido precisamente a la polémica suscitada por Moratinos.