El presidente del PP, Mariano Rajoy, fijó ayer sus condiciones para permitir que el Gobierno del PSOE se apunte como un éxito el respaldo de los españoles a la Constitución europea. Sólo si la participación supera el 50% del censo, el PP reconocerá que los socialistas no han fracasado al empeñarse en convocar el 20 de febrero el primer referendo en Europa para ratificar la Carta Europea.

El Gobierno ha reconocido que una participación en torno al 40% bastaría para que el resultado de la consulta tuviera suficiente legitimidad. Rajoy descartó que el PP y el PSOE vayan a llevar a cabo actos conjuntos para promover el a la Euroconstitución, pero avanzó que en los próximos días participará en la campaña de su partido para movilizar a los ciudadanos. Con esta declaración, desmintió las informaciones que aseguran que el PP no se implicará a fondo en la promoción de la Carta Europea. Los socialistas ya han insertado anuncios en prensa.

José Luis Rodríguez Zapatero no quiso abrir otro frente con el principal partido de la oposición y se mostró convencido de que el PP "participará de forma activa" en la campaña, e incluso de que miembros de ambos partidos coincidirán en algún acto de promoción del referendo.

Saltándose la costumbre de aparcar las diferencias partidarias en el acto de aniversario de la Constitución, Rajoy acusó al Gobierno de no esforzarse lo suficiente para que los ciudadanos apoyen la Euroconstitución. Echó en falta campañas informativas y anunció que su partido las promoverá. Como ejemplo, habló de un acto en Madrid que se celebrará el próximo viernes y en el que el PP denunciará la pérdida de España en el reparto de fondos europeos.

Los fondos que España dejará de percibir son un "pastonazo", en opinión de Rajoy: "España pierde el 40% de los fondos que consiguió en Berlín porque pasamos de ser receptor a contribuyente neto y de recibir un billón de pesetas a 100.000 millones".

"MENOS DE FIAR" La segunda cuestión que centró las críticas del presidente del PP fue la reforma de la ley orgánica del Poder Judicial, que ha provocado la ruptura del diálogo entre el Gobierno y la oposición. Rajoy reiteró ayer que el Ejecutivo "ha roto las reglas del juego democrático y eso lo hace mucho menos de fiar" a la hora de pactar los cambios en la Constitución española. Y exigió la retirada del proyecto para retomar el diálogo entre ambas formaciones.

Lejos de retirarla, el presidente defendió de nuevo la reforma judicial que pretende reforzar la mayoría en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para elegir a los jueces del Supremo. Zapatero consideró que la nueva norma no merece reproche democrático alguno. Recordó que esa mayoría agravada que recoge la nueva ley ya se exige, por ejemplo, a la hora de elegir a los miembros del consejo de administración de RTVE.