Los 880 delegados convocados el viernes a la asamblea federal extraordinaria de Izquierda Unida (IU) se encontrarán con un cónclave de confrontación. La comisión de candidaturas constató ayer las pretensiones de tres candidatos: el actual coordinador, Gaspar Llamazares; el exdiputado Felipe Alcaraz, y el exsecretario de la Unión de Juventudes Comunistas (UJC) y secretario general de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Enrique de Santiago. Aunque Llamazares cifra su apoyo en torno al 55%, las espadas están en alto.

El comité federal del PCE decidió el pasado sábado acabar con el mandato de Llamazares. El 80% de sus miembros apoyaron el planteamiento del secretario general, Francisco Frutos, de buscar una alternativa al débil liderato del asturiano, que también pertenece al PCE. Pero, a partir de ahí, se han desatado las rencillas entre De Santiago y Alcaraz.

De Santiago no está dispuesto a renunciar a su candidatura en favor de Alcaraz. En declaraciones a este diario, lanzó un mensaje: "No queremos salvadores de última hora, sino una auténtica renovación".

Alcaraz tiene el apoyo de la mayoría de las federaciones de Andalucía y Extremadura, pero necesita el respaldo de Madrid y los votos críticos que aglutina De Santiago.