Jacques Chirac y José Luis Rodríguez Zapatero llamaron ayer por teléfono al secretario general de la ONU, Kofi Annan, para expresarle su apoyo frente al acoso de que es objeto desde el Congreso de EEUU. Senadores y representantes republicanos reclaman la dimisión de Annan por un escándalo de corrupción en el programa Petróleo por Alimentos que gestiona la ONU en Irak y en el que se ha visto salpicado su hijo, Kojo Annan.

Los mandatarios francés y español hicieron un aparte en el almuerzo con sus delegaciones en La Aljafería, sede de las Cortes aragonesas, y hablaron, utilizando sendos auriculares, con Annan, en una charla a tres bandas.

Chirac y Zapatero no mostraron preocupación por que su llamada a la ONU pueda molestar a la Administración de George Bush. "En un momento en que algunas voces intentan poner en cuestión el mérito de Annan, todos en Europa, como en África y en Asia, hemos considerado legítimo testimoniarle nuestro agradecimiento y estima por su apoyo a la paz y la democracia", dijeron. Zapatero recalcó que el respaldo a Annan se le daba por su labor "como defensor de los valores de la ONU" y destacó que el Gobierno ya lo había apoyado por telegrama.

En otro frente de fricción con EEUU --Cuba--, Chirac respaldó la estrategia que España impulsa en la UE para suavizar las sanciones al régimen de Fidel Castro y que ha valido duras críticas de un alto cargo del Departamento de Estado de Estados Unidos.

CUBA "La verdad no emana de la boca de un funcionario de tal o cual Estado. Yo he apoyado el planteamiento de España, que ha tenido efectos positivos para la liberación de personas afectadas", dijo el líder francés. Zapatero se remitió a las declaraciones del poeta Raúl Rivero, que tras ser liberado agradeció en público la política española.