El juez de la Audiencia Nacional que investiga la masacre del 11-M, Juan del Olmo, ordenó ayer la prisión incondicional del sirio Adnan Waki, detenido el miércoles en Irún. Waki, de 27 años, que negó cualquier relación con los atentados, prestó declaración durante cuatro horas. Está acusado de pertenecer al círculo más próximo de Mohamed el Egipcio, presunto cerebro de la matanza.

Según se señala en el auto de prisión, Waki, a quien se relaciona también con al menos cuatro de los siete terroristas que se suicidaron en Leganés (Madrid), trataba de conseguir fondos que ayudaran a financiar la defensa de varios de los imputados en los mismos atentados. También se le atribuyen actividades dirigidas a lograr la legalización en España de otros miembros de grupos integristas islamistas. Hasta el pasado enero, señala la resolución judicial, Waki mantuvo "contactos personales" con imputados por el 11-M que en la actualidad están presos.

Del Olmo dictó libertad para el otro detenido, el egipcio Ibrahim Kassen. Con estos dos últimos detenidos, 61 personas han comparecido ante el juez por su presunta relación con la masacre.