La policía descartaba anoche casi por completo la autoría de ETA en la amenaza de bomba del domingo en el estadio Santiago Bernabéu, que fue desalojado de forma ordenada y rápida. Los analistas policiales creen, tras un estudio más minucioso, que el autor de la llamada telefónica al diario vasco Gara la efectuó un desaprensivo, cuya identidad tratan ahora de averiguar.

Expertos en la lucha antiterrorista subrayaron a este diario que no es la forma de actuar habitual de la banda. En los últimos meses, ETA no efectúa grandes atentados, por falta de capacidad o por estrategia.

Además, el hipotético atentado hubiera afectado muy probablemente a ciudadanos vascos, presentes en el encuentro entre el Real Madrid y la Real Sociedad de San Sebastián, que fue suspendido cuando faltaban dos minutos para el final.

Las mencionadas fuentes recalcaron que la actual estrategia de ETA pasa por la colocación de artefactos explosivos de escasa potencia. Este extremo, recordaron, quedó patente el pasado día 3, cuando puso cinco pequeñas bombas en gasolineras de la periferia de Madrid, que sembraron el caos en las carreteras al inicio del puente de la Constitución. Esta hipótesis estaría refrendada también por los atentados del verano contra intereses turísticos, en los que emplearon poca cantidad de explosivo.

ACCIONES CASI SIMBÓLICAS En los últimos meses, siempre según las citadas fuentes, ETA se ha limitado a recordar que sigue viva en un intento de desmentir a quienes auguraban su fin casi inmediato, tras los últimos golpes policiales en España y Francia. En cambio, esa organización ha tratado de evitar que en sus acciones se produjesen víctimas.

En todos los casos del presente año, ETA telefoneó a Gara con el tiempo suficiente para que las fuerzas de seguridad desalojaran la zona. Una llamada similar también se produjo el domingo, pero ahora, tras su estudio, no le dan casi ninguna credibilidad.

Un experto en la lucha antiterrorista, conocedor del contenido de la comunicación, aseguró a este diario que no se corresponde con las últimas reivindicaciones de la banda terrorista, efectuadas a ese mismo rotativo.

"No es el estilo de ETA", insistió el policía, que rehusó dar más detalles sobre la llamada. La misma fuente recalcó: "Ni el tono ni el contenido corresponden a un activista". Por ello, dijo, han iniciado una investigación sobre el desaprensivo que efectuó la llamada a Gara.

Preguntado sobre las razones que motivaron entonces el desalojo del estadio del Real Madrid, el experto antiterrorista afirmó que se debió a la "prudencia". En un principio, los responsables policiales dieron credibilidad a las advertencias comunicadas por el citado diario vasco.

Otras fuentes del Ministerio del Interior admitieron que existe "temor" a una escalada terrorista, pese a que los expertos en estas cuestiones no lo ven factible a corto plazo. "Ante la más mínima duda, despejas", declaró un alto mando policial.

En un principio, los responsables de Interior se dejaron llevar más por las formas que por el fondo. Según los expertos consultados, esa actitud resulta comprensible, ya que los mandos policiales tuvieron que decidir en sólo unos minutos.

DESDE EL CAMPO El director general de la Policía, Víctor García Hidalgo, que estaba en el Bernabéu, autorizó el desalojo para "evitar daños innecesarios", según fuentes de Interior. La policía temió que una explosión, aun pequeña, causara una avalancha de aficionados y muertos.

En cambio, no escondían ayer su satisfacción por la rapidez y el orden con que sus agentes efectuaron el desalojo. En el mismo no se produjo ni un solo herido.

De haberse confirmado la existencia de una bomba, los expertos creen que se hubieran visto afectadas centenares de personas, bien por la deflagración directa o por las avalanchas registradas. El atentado, insisten, hubiera afectado sin ningún género de dudas a los cientos de aficionados donostiarras, concentrados en una parte del estadio, y a numerosos vascos repartidos por toda la grada.