Los Reyes acudirán a las urnas el próximo 20 de febrero para participar en el referendo sobre la nueva Constitución europea. La decisión tomada por Juan Carlos y Sofía es una señal inequívoca en favor de la participación ciudadana en la consulta. El riesgo de que la concurrencia a las urnas ese día sea exigua es una de las cuestiones que más preocupan al Gobierno que preside José Luis Rodríguez Zapatero.

LOS PRÍNCIPES Según fuentes de la Casa del Rey, es muy probable que los príncipes de Asturias, las infantas y sus maridos acudan también a depositar su voto en los colegios electorales correspondientes.

Los Reyes optaron por votar en los referendos, siguiendo una línea definida por la cual la Monarquía española se pronuncia en consultas de carácter general, pero se abstiene de votar siempre que se trate de optar entre formaciones políticas determinadas. Los Reyes y sus hijos nunca han participado en los comicios legislativos, municipales o autonómicos.

En diciembre de 1976, en la consulta sobre la Reforma Política, que inauguró la recuperación de la democracia en España, los Reyes ya ejercieron como votantes. Dos años más tarde, Juan Carlos y Sofía depositaron de nuevo su voto en las urnas para pronunciarse sobre la Constitución española.

LA OTAN Cuando todos los hijos del Monarca ya habían alcanzado la mayoría de edad, la familia real al completo votó en el referendo sobre la OTAN. Los Reyes y las infantas lo hicieron en el que entonces era su colegio electoral, en el municipio de El Pardo, y el príncipe Felipe tuvo que recurrir al correo por hallarse en la Academia Militar de Zaragoza.

La consulta sobre el ingreso de España en la OTAN tuvo lugar el 12 de marzo de 1986, con Felipe González en el Gobierno, y en medio de una polarización en dos bloques enfrentados de la sociedad española.

En aquel momento, la derecha, agrupada en Alianza Popular bajo la batuta de Manuel Fraga Iribarne, preconizaba la abstención en un gesto más centrado en un intento de laminar a Felipe González y a su Gobierno socialista que en marcar distancias estratégicas de la permanencia en la Organización del Atlántico Norte.

DESAUTORIZACIÓN El gesto de los Reyes fue generalmente interpretado como una desautorización indirecta a quienes defendían la posición de ignorar la consulta. En aquella ocasión, como ahora, la Casa del Rey no anunció formalmente la participación de sus miembros en el referendo. Fue el propio Rey quien, restándole importancia, informó de ello a un grupo de directores de medios de comunicación a los que recibió en el palacio de la Zarzuela.