Ahora o nunca. Con esta filosofía, los grupos minoritarios del Congreso (todos menos el PSOE y el PP), han acordado sumar esfuerzos para conseguir que el nuevo reglamento de la Cámara les dé más voz y no deje el hemiciclo, como temen, en manos del bipartidismo. Los seis grupos, reunidos ayer en Sitges (Barcelona), emplazaron al PSOE, que requiere de sus apoyos para gobernar, a atender unas demandas que consideran "razonables".

Representantes de CiU, Esquerra Republicana, PNV, IU-ICV, Coalición Canaria y del Grupo Mixto anunciaron ayer una batería de enmiendas, que presentarán y defenderán de forma conjunta, a la reforma del reglamento, para que el Congreso refleje su pluralidad. "No somos la anécdota del Congreso", proclamó Jordi Jané (CiU). En este sentido, advirtieron de que aunque sus grupos no sean numerosos, representan en casi todos los casos a fuerzas mayoritarias en sus comunidades.

Una de las enmiendas reclama el derecho de los diputados a poder usar el catalán, el euskera y el gallego. Igualmente, los grupos pequeños exigen que se les permita presentar al menos dos proposiciones no de ley por cada periodo de sesiones. Ahora sólo pueden presentar una, mientras que el cupo para el PSOE y el PP es de 10. Cara a ejercer un mayor control al Ejecutivo, también piden hacer dos preguntas por pleno al Gobierno.

Además de regular las comisiones de investigación, los grupos minoritarios reivindican que se rebaje el listón para la constitución de los grupos parlamentarios. En concreto, demandan que sea suficiente haber obtenido un 3% de votos en todo el Estado, el 10% (y no el 12% como hasta ahora) en las circunscripciones en las que han concurrido o un mínimo de tres diputados. Con esto, según defendió Jané, "se evitaría el fraude de ley y el espectáculo de préstamo de diputados" que se da cada inicio de legislatura.

COYUNTURA FAVORABLE Los grupos entienden que, con un PSOE que proclama su fe en la España plural y que no dispone de la mayoría absoluta, se da una "coyuntura favorable" para que sus peticiones lleguen a buen puerto. A su juicio, la unidad de acción que resulta de la reunión de ayer, bautizada como el espíritu de Sitges, debe llevar al PSOE a reflexionar, dejar atrás el "aliento" del PP, y mover ficha. "La pelota está en su tejado", dijo el republicano Joan Tardá a modo de reto.

Aunque piden que PP y PSOE no les vean sólo como piezas "para completar mayorías", las formaciones que apoyan al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, como Esquerra e IU-IC, se comprometen a usar su fuerza para que sus reclamaciones no queden en agua de borrajas.