Soldados profesionales del Ejército de Tierra se desplegaron el viernes por los diferentes objetivos que les han sido señalados en el plan especial de seguridad, entre los que figura la estación de Atocha de Madrid. El dispositivo ha sido diseñado por el Gobierno para prevenir atentados terroristas durante las fiestas navideñas. La aportación militar al citado plan es de 4.700 militares, que se distribuyen en tres turnos diarios para realizar un función "disuasoria", según Defensa.

La labor de las Fuerzas Armadas se limita a la vigilancia de grandes infraestructuras de transporte de viajeros y de producción de energía, como ferrocarriles, aeropuertos, centrales nucleares y pantanos. Las estaciones del AVE entran dentro de su cometido. Los militares se encargan de controlar el perímetro de esas infraestructuras, de modo que su presencia no cree alarma entre los viajeros.

La estación de Atocha de Madrid, de donde parten los AVE a Sevilla y a Zaragoza-Lleida, vivió el viernes el despliegue militar con normalidad. El céntrico apeadero fue uno de los escenarios de la masacre terrorista del 11-M. El plan de seguridad diseñado por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero y anunciado por el presidente el martes en el Congreso entró en vigor a medianoche del viernes, y permanecerá en marcha hasta la misma hora del 8 de enero.

La Guardia Civil aportará alrededor de 36.800 agentes, casi la mitad de sus efectivos. A ellos se sumarán 28.500 miembros de la Policía Nacional.