Uno de los cuatro islamistas detenidos la pasada semana en Barcelona por supuestas actividades terroristas confesó ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu que se habían reunido con un ciudadano checo que les ofreció comprar mercurio rojo. Se trata de una sustancia radiactiva que habría sido desarrollada en la antigua URSS para confeccionar bombas sucias, capaces de contaminar amplias zonas.

Las fuentes judiciales no precisaron si fue Majid Bakali o Mohamed Duha quien realizó esa confesión. Mientras uno se refirió al mercurio rojo, el otro dijo que el checo con el que se reunieron en Barcelona les ofreció "un buen negocio" si le compraban oro.

Ya en septiembre pasado la policía británica detuvo en Londres a cuatro individuos después de que un diario sensacionalista informara de que trataban de comprar mercurio rojo para atentar.

BUSCADOS POR MARRUECOS Bakali y Duha estaban siendo buscados desde unos días antes por orden de las autoridades marroquís, que les atribuyeron algún grado de implicación en los atentados de Casablanca y dictaron una orden internacional contra ellos. Tras interrogarlos el domingo, el juez Andreu decretó su prisión incondicional.

Según la información facilitada a la Audiencia Nacional por las autoridades de Marruecos, los dos activistas formaban parte de una célula que pretendía cometer un atentado estas Navidades en Marruecos o en España. Junto con ellos fue detenido Abdelkader Farhaui, pero el juez Andreu le dejó en libertad sin cargos al no haber podido acreditarse su relación con las supuestas actividades terroristas.

Otro presunto miembro de la célula, Mustafa Farhaui, primo del anterior y que fue arrestado el día 24 en Martorell (Barcelona), prestó ayer declaración ante el juez Ismael Moreno, quien decretó su ingreso en prisión incondicional por pertenencia a organización terrorista.

Los primeros movimientos de la célula desarticulada en la provincia de Barcelona fueron detectados en septiembre, cuando sus miembros contactaron con el supuesto intermediario checo para conseguir explosivos. Inicialmente, el Ministerio del Interior informó de que trataban de conseguir dinamita para realizar atentados. Pero, de la declaración de uno de ellos se desprende que pretendían conseguir una sustancia más peligrosa.

LA SUSTANCIA Expertos en armamento consultados ayer por este diario descartaron que, con mercurio o cualquiera de sus derivados, pueda confeccionarse una bomba radiactiva, pese a ser un potente contaminante. Sin embargo, no descartaron que, con el nombre de mercurio rojo, la antigua URSS desarrollase un artilugio nuclear.

Tras la caída del telón de acero, el presidente de Rusia, Boris Yeltsin, autorizó en 1992 la creación de la compañía Promekologuia. La sociedad, creada en Ekaterimburgo, patria de Yeltsin, tenía como objeto social comercializar en exclusiva 10 toneladas anuales de mercurio rojo. No obstante, no existen datos de la venta de ese material.