Una sorpresa. Los salmantinos que ayer por la mañana se desplazaron al casco antiguo de la ciudad descubrieron con asombro que, sin previo aviso, el ayuntamiento había empezado a vallar el perímetro del Archivo de Salamanca. Oficialmente, el vallado obedece a la necesidad de "reparar las baldosas del suelo", pero la orden de acordonar el Archivo coincidió con la reiteración, por parte del alcalde de Salamanca, Julián Lanzarote (PP), de que "ningún papel" saldrá de la capital charra, "lo diga quien lo diga".

La luz verde de la ministra de Cultura, Carmen Calvo, para que los papeles de la Generalitat republicana sean restituidos puede topar así con un obstáculo físico. Las vallas metálicas tapan casi por completo el edificio del Archivo de la Guerra Civil.

El portavoz del PP en el ayuntamiento, Fernando Rodríguez, quiso restar ayer importancia al asunto y explicó que "el consistorio tiene la obligación de conservar los viales de esta ciudad y los servicios municipales comprobaron que existen losas que se mueven, con el consiguiente peligro para los transeúntes, por lo que se debe reparar la zona".

Y mientras la polémica crece, el presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, dijo ayer que se equivocó cuando, en el gobierno de Adolfo Suárez, presentó la primera propuesta parlamentaria para la devolución de los papeles expoliados a Cataluña.