El portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, mostró su inquietud al considerar que la respuesta que ayer ofreció el presidente del Gobierno al lendakari "dio alas a las aspiraciones nacionalistas". El jefe del Ejecutivo dijo en su discurso que el rechazo no supone "el final de un plan", sino "un nuevo comienzo".

Zaplana ofreció el respaldo de los 148 diputados del PP para que el Gobierno "no se ahogue" con las reformas estatutarias y constitucionales y dudó de que las propuestas de Ibarretxe y Maragall se ajusten a lo que planteó Zapatero en su investidura: "Los planes para desmontar el modelo de convivencia diseñado por la Constitución no terminan con la votación de anoche".

El portavoz de los populares explicó que a la petición de Maragall de reformar el artículo 2 de la Constitución ha de responderse con "consenso y responsabilidad" y animó al Ejecutivo a "quedarse en tierra firme" y no lanzarse "mar adentro con minorías independentistas e insolidarias". La vicepresidenta le respondió que Zapatero "dejó muy claro que caben las reformas estatutarias que respeten los límites de la Constitución".