ETA hizo estallar ayer un coche bomba en uno de los accesos al Parque Ferial Juan Carlos I de Madrid, nueve horas y media antes de que el Rey y el presidente de México, Vicente Fox, inauguraran la feria de Arte Contemporáneo (Arco), en la que participan 290 galerías de 36 países. La explosión no causó víctimas mortales pero sí heridas leves a 36 empleados de la empresa Bull y a seis policías que acordonaban la zona.

Nada más conocer lo ocurrido, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo en Varsovia que ETA "nunca conseguirá ninguno de sus objetivos con la violencia" y garantizó que utilizará todos los instrumentos para lograr el fin del terrorismo. El líder de la oposición, Mariano Rajoy, dijo que "ETA todavía puede hacer daño" y pidió que se mantengan "los mismos criterios" en la lucha contra el terrorismo. Todas las fuerzas democráticas condenaron el atentado.

LUGAR Y FECHA Los etarras hicieron estallar el coche bomba a las 9.35 de la mañana, en la entrada de la calle Ribera del Sena, frente al edificio Bull. Se trata de uno de los accesos a los pabellones de la Institución Ferial de Madrid (Ifema) que albergan la muestra Arco. Fuentes policiales atribuyeron la elección del día y del lugar a la proyección internacional de la feria del arte, una de las más importantes de Europa, que se inauguraba horas después y este año está dedicada a México. Con ello, ETA se garantizaba la proyección internacional de su acción.

Estas fuentes también recordaron que las autoridades mexicanas han dado el visto bueno inicial a la extradición a España de seis presuntos colaboradores de las banda terrorista ETA. Nada más conocer el atentado, Fox reafirmó su "total compromiso" contra el terrorismo.

Según la explicación que ofreció al mediodía de ayer el ministro del Interior, José Antonio Alonso, los etarras robaron el coche la noche del martes en Guadalajara. Se trataba de un Renault 19 de color blanco, cuya desaparición fue denunciada a las 20.40 del martes. Los terroristas le colocaron matrícula falsa de Madrid e instalaron en su interior unos 30 kilos de explosivo conectado a un reloj temporizador. La policía estima que lo aparcaron entre las 7.30 y las 8.30 de la mañana de ayer.

Al ser una zona de "especial vigilancia" por encontrarse en el área de la visita del Rey y de Fox y formar parte de uno de los itinerarios alternativos de ambos, estaba sujeta a barridos con los escáner policiales, por lo que los terroristas actuaron con rapidez.

A las 8.55 se registró una llamada en el diario Gara en la que una voz comunicaba en nombre de ETA que estallaría un artefacto a las 9.35 en las cercanías del Palacio Municipal de Congresos de Madrid. El aviso fue trasladado a la Ertzaintza, y ésta al Cuerpo Nacional de Policía.

Según el ministro del Interior, José Antonio Alonso, como el aviso no precisaba la calle ni datos del coche, se realizó un amplio despliegue entre las glorietas de Luxemburgo, Hamburgo y Juan de Borbón, se acordonaron las calles y se pidió a los responsables del Metro que anularan las paradas en la estación del Parque de las Naciones. El rápido despliegue consiguió que no hubiera víctimas, ya que los terroristas habían estacionado el coche bomba a pocos metros de una parada de autobús.

ACCIÓN POLICIAL La amplia zona de edificios de oficinas y hoteles señalada en el aviso de los terroristas llevó a los mandos policiales a recomendar que nadie abandonara los inmuebles, lo que evitó mayores desgracias personales. No obstante, 34 empleados de las oficinas del edificio ante el que estaba el coche bomba sufrieron heridas leves por el estallido de cristales de ventanas y en algunos casos por esquirlas procedentes de la explosión. También sufrieron heridas leves seis policías que participaban en el operativo. En su mayor parte se trata de afecciones auditivas.

Un portavoz de los servicios de emergencia cifró en 23 el número de heridos que fueron evacuados a los hospitales Gregorio Marañón, Ramón y Cajal y La Paz. Los demás fueron atendidos en las carpas de primeros auxilios desplegadas en el lugar por los servicios de emergencia.

La deflagración quebró más de 40 ventanas del edificio Bull, de cuatro plantas, derribó algunas placas de metacrilato sin afectar a la estructura del mismo y dañó 18 coches aparcados en la zona.

"ESPECULACIONES" El ministro del Interior no descartó que la organización terrorista cuente con apoyo e infraestructura en Madrid o en las cercanías. Alonso calificó de "especulaciones" las informaciones de que ETA busca una salida a los presos a cambio de la entrega de armas y dijo que "no existe ese planteamiento por la sencilla razón de que no hay negociación".