Los rostros y datos personales de los nueve candidatos electos de EHAK son un enigma. Sólo se conoce a tres, las tres cabezas de lista, las que han protagonizado todos los mítines y comparecencias de la campaña. Han logrado 150.000 votos, un 12,5% de los emitidos, pese a haber concurrido sin programa, salvo su propósito de "dar voz a Batasuna en el Parlamento" y su compromiso de trabajar por "la paz y la democracia".

Preguntas tan simples como su postura ante la elección de lendakari o sus objetivos en materia social quedan sin respuesta. Las cábalas sobre pactos les tienen en cuenta, pese a que formaciones "cercanas", como Eusko Alkartasuna, reconocen "no saber nada de EHAK".

Guión reducido

Su sorprendente éxito electoral (el domingo a las 20.00 horas, responsables del partido consideraban que cinco o seis escaños serían un buen resultado) ha ido acompañado de una falta absoluta de contenido en sus discursos. Con la sombra de Batasuna y ante los rumores de ilegalización, los responsables de EHAK que han hecho declaraciones se han limitado a un escueto guión en el que no se citaba a ETA, sino que se mostraban contrarios a "la conculcación de todos los derechos humanos".

El día de su presentación, hace poco más de dos semanas, las tres cabezas de lista de EHAK por Vizcaya, Guipúzcoa y Álava reconocieron no saber cuál de ellas era candidata a lendakari, ni si este requisito era necesario. Tampoco supieron tras los comicios quién sería portavoz parlamentario, al que tienen derecho con sus 9 escaños: "No lo hemos pensado", dijo Nekane Erauskin, electa por Vizcaya.

Los muchos errores organizativos y la lógica bisoñez de los candidatos, que no tienen ninguna experiencia en política, ha contrastado con su fabuloso despliegue de carteles y pancartas, aunque es sabido que el entorno de Batasuna se ha volcado en ayudarles.

Currículos desconocidos

EHAK no ha aportado ni edades ni profesiones de sus nueve candidatos, lo que ha despertado sospechas de que pudieran "correr puestos" hacia abajo de las listas. La versión oficial es que ocuparán los escaños las personas elegidas.

Los únicos datos conocidos corresponden a las tres cabezas de lista. Nekane Erauskin, de 44 años, nació en Arama (Guipúzcoa). Es enfermera de profesión, aunque la mayor parte de su vida laboral estuvo liberada por el sindicato LAB, perteneciente a la izquierda aberzale. Maite Aranburu, de 28 años y electa de EHAK por Vizcaya, es la más joven de la Cámara. Licenciada en Comunicación Audiovisual, trabajó como periodista en Europa Press, y ahora gestiona la página web de LAB. Y el tercer rostro conocido es el de Karmele Berasategi, que se presentó por Álava; de 58 años, está prejubilada de Telefónica, e intenta aprender euskera, por lo que se ha limitado a leer los comunicados en castellano en las ruedas de prensa.