El partido socialista no negociará con el Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK, en sus siglas en euskera). José Luis Rodríguez Zapatero excluyó ayer a ese partido del listado de fuerzas con las que podría dialogar Patxi López. "El PSOE está dispuesto siempre a dialogar con el PNV, el PP, IU y Aralar", enumeró el presidente cuando se le preguntó si permitiría conversaciones del PSE con EHAK. La omisión de los aberzales fue consciente, según dijeron fuentes próximas al jefe del Ejecutivo.

El presidente reiteró ayer su convencimiento de que "respetar las leyes fortalece el Estado de derecho", y repitió que los servicios jurídicos del Estado y la Fiscalía General no han encontrado "hasta el momento" elementos "jurídicamente suficientes" para proceder a la prohibición de EHAK, para cuyas siglas pidió el voto Batasuna. Pero también distinguió entre "el valor de lo jurídico" y las "convicciones políticas". Las segundas indican al líder del PSOE que EHAK está "en las antípodas" de sus posiciones, porque hasta el momento no han condenado la violencia etarra. Y esa falta de reconocimiento de "la Constitución y las reglas del juego" impide cualquier contacto con los socialistas vascos, aunque sea "insuficiente jurídicamente" para instar una ilegalización, explicó un miembro de cúpula socialista.

POLÍTICA Y JUSTICIA Fuentes de la dirección del PSOE reconocieron la dificultad de trasladar a los ciudadanos esa diferencia entre la política y la justicia. Máxime cuando el PP acusa a diario al Gobierno de haber "pactado" con el entorno etarra la no ilegalización de EHAK como parte de un supuesto proceso de paz.

El presidente llamó ayer de nuevo al partido de Rajoy --a quien dijo que está dispuesto a recibir "siempre"-- a reconducir la actitud de los últimas semanas que ha herido de muerte el pacto antiterrorista. "El pacto dice que la lucha antiterrorista queda fuera del debate político, y eso conlleva no hacer iniciativas de control parlamentario al respecto. Yo no lo hice nunca", aclaró Zapatero para atribuir al PP la responsabilidad del estado actual del acuerdo suscrito entre PP y PSOE en el 2002.

"ESPERANDO" AL PP "Esperaba una actitud recíproca del PP en la oposición", lamentó Zapatero tras rememorar la "lealtad" con la que él apoyó "la lucha antiterrorista del Gobierno del PP con más o menos información sobre sus decisiones". Pero se mostró dispuesto a "seguir esperando" e incluso a reunir el pacto antiterrorista una vez se rebaje la tensión actual.

Una situación política que convirtió la rueda de prensa con el primer ministro finlandés, Matti Vanhanen, en un monográfico sobre la caldeada política nacional. Y a su invitado, en un convidado de piedra.