Mariano Rajoy se comprometió anoche desde TV-3, la televisión autonómica catalana, a hacer "lo imposible" para evitar que el debate público sobre el nuevo Estatuto acabe causando una fractura entre Cataluña y España, y negó que los catalanes sean insolidarios con el resto de los españoles, si bien mantuvo su oposición frontal a una reforma estatutaria que para él es, en realidad, una reforma encubierta de la Constitución.

El líder del PP participó en el programa €gora, que modera Ramon Rovira, junto con directores de diarios catalanes, entre ellos Antonio Franco, de El Periódico de Catalunya, que le sometieron a preguntas en un 90% dedicadas a la reforma estatutaria.

"No me gustan algunas afirmaciones que sobre los catalanes se han dicho y escrito en algunos medios de comunicación. No es mi estilo", afirmó el líder conservador. "Algunos políticos catalanes han hecho declaraciones que han provocado irritación" fuera de Cataluña, recordó. Rajoy negó que exista un sentimiento anticatalán en la opinión pública española, y puso como ejemplo que La Caixa es la que más sucursales tiene en Andalucía o que él mismo tiene una cuenta en el Banco Sabadell.

Sobre el Estatuto insistió en que se trata de una reforma de la Constitución, y como tal debe ser tramitada por las Cortes, y en que es un proyecto negativo para los catalanes por su intervencionismo sobre la sociedad. Una y otra vez afirmó que lo aprobado en el Parlamento catalán sólo va en interés de la clase política, que quiere acumular poder a costa de la sociedad.

En otro momento afirmó que está a favor de que el proyecto sea admitido a trámite por el Congreso, pero como reforma constitucional. De esta forma se requeriría una mayoría cualificada para aprobarlo que debería incluir al PP. Si los tres organismos que el PP ha reclamado que opinen --el Tribunal de Cuentas, el Consejo de Estado y el Consejo General del Poder Judicial-- dijeran que el proyecto es constitucional, acataría la decisión.

El presidente del PP también afirmó que el término nación "va indisolublemente unido al de soberanía". Según él, así opinan los politólogos, y puso como ejemplo la ONU, constituida por estados soberanos.

"UN ARTILUGIO" A su vez, el vicepresidente Pedro Solbes descalificó el modelo de financiación que plantea el Estatuto argumentando que es "un artilugio" para lograr "un cierto blindaje" de la financiación catalana, "pero, ¿dónde está el blindaje del Estado? En la Constitución", se respondió. Según Solbes, cualquier reforma de la financiación que proponga Cataluña debe cumplir el precepto constitucional de que sea generalizable.