Fin de la historia. La iniciativa para que José María Aznar recibiera la medalla de oro del Congreso de EEUU ha caducado, al no haberse logrado su aprobación dentro del plazo que establece la ley. El plazo se correspondía con el periodo de sesiones en que se presentó la propuesta y expiró en diciembre pasado. Los patrocinadores originales no se muestran dispuestos a presentar una nueva iniciativa en el mismo sentido, pese a que la legislación lo permite.

"No está en nuestro planes", dijo a este diario un portavoz de Silvestre Reyes, republicano de Tejas, uno de los siete representantes que impulsaron la propuesta y el más entusiasta avalista del expresidente español.

El proceso para otorgar a Aznar la más alta distinción del pueblo estadounidense avanzó bastante, sobre todo después de que un influyente lobi contratado por el anterior Gobierno consiguiera desatascar la iniciativa y reunir el número necesario de copatrocinios para que la Cámara de Representantes, que es la que concede la medalla, la tomase en consideración. El proyecto legislativo cumplió casi todos los trámites en esta Cámara y ya estaba en el calendario de la Unión para su votación en plenario. Pero la ley exige que el Senado dé su visto bueno, y este proceso nunca se abrió.

TRAS LA GUERRA La maquinaria para enaltecer a Aznar con una medalla que se ha concedido a muy pocas personalidades extranjeras se puso en marcha el 15 de mayo del 2003, apenas dos semanas después de que George Bush declarara formalmente el fin de la guerra de Irak. Los siete patrocinadores de la iniciativa argumentaron que Aznar "había demostrado ser un firme aliado de Estados Unidos en un tiempo histórico y muy crucial para los dos países", así como un "firme soporte en la lucha contra el terrorismo internacional". En suma, se trataba de pagar a Aznar por su apoyo incondicional a Washington en un conflicto bélico que rechazaba el 90% de la población española.

Pero el proyecto legislativo se empantanó al poco tiempo, porque la situación de la posguerra en Irak comenzaba a complicarse y no estaban las cosas como para premiar a los promotores de la guerra. Resultaba muy difícil conseguir las 290 firmas necesarias --dos tercios de la Cámara de Representantes-- para su tramitación.

Aunque una iniciativa caducada puede presentarse otra vez, Aznar no lo tendría fácil para conseguir su medalla en un segundo intento. Una ley que entrará en vigor en enero del 2006 establece que no se podrán proponer más de dos medallas de oro por periodo de sesiones.