Pasqual Maragall apenas durmió la noche del lunes. De vuelta a casa, una vez finalizada la cena que había mantenido con José Montilla, primer secretario del PSC y ministro de Industria; Josep Lluís Carod-Rovira, líder de ERC; Joan Puigcercós, secretario general de ERC, y el presidente de ICV, Joan Saura, el presidente catalán abandonó su idea de sustituir a algunos miembros del Gobierno.

A Maragall, durante la cena, le había quedado claro que el tripartito (PSC, ERC e ICV-EUiA) no estaba dispuesto a aceptar las sustituciones. Todos los partidos consideran inoportuno retocar el Gobierno cuando en Madrid se está cocinando el Estatuto.

Tras reflexionar, se limitó a reestructurar el funcionamiento de las consejerías, integrándolas en cuatro grandes áreas coordinadas por Josep Bargalló, de ERC.