El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, concluyó ayer su gira por seis países del África subsahariana haciendo una defensa categórica de su viaje, que ha recibido las fuertes críticas del Partido Popular por la supuesta inoportunidad del mismo.

"El Gobierno está donde tiene que estar, en el momento en que tiene que estar", manifestó el ministro en Bamako, la capital de Malí, el cuarto país más pobre del mundo y territorio emisor o de tránsito de más de la mitad de los inmigrantes subsaharianos que entran a la Unión Europea por España. "África es una bomba de relojería", definió el ministro, que justificó así la especial sensibilidad del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero hacia este continente.

Argumentó Moratinos que la decisión de realizar el periplo ha tenido el doble objetivo de cumplir el compromiso electoral del PSOE "de estar cerca de los que demandan solidaridad" y, por otra parte, "defender con eficacia los intereses de España".

IGUAL QUE A GONZÁLEZ El jefe de la diplomacia española hizo un paralelismo entre los ataques que ha recibido desde el PP y los que soportó hace una década el Gobierno de Felipe González por orientar la política exterior española hacia el Magreb y el mundo árabe e impulsar el foro de diálogo entre la UE y la orilla sur del Mediterráneo.

Dijo Moratinos que el Gobierno de Zapatero ha comprendido ahora que África "no es un continente pobre, sino empobrecido; que no es marginal, sino marginalizado; que no es enfermo, sino azotado por plagas; que no es viejo, sino joven". Moratinos hizo estas afirmaciones en una rueda de prensa junto a su homólogo maliense, Moctar Ouane, en una jornada intensa que incluyó también un encuentro con el presidente de la república de Malí, Amadou Toumani, y el primer ministro, Ousmane Issoufi.

POR UNA SOLUCIÓN "ESTABLE" El PP le ha reprochado a Moratinos el hecho de haber viajado a África en un momento en que la UE se halla en pleno debate sobre los presupuestos comunitarios para el periodo 2007-2013 y cuando la presidencia británica de la Unión había presentado una propuesta perjudicial para los intereses españoles.

Moratinos se llevó de su escala en Malí el compromiso del Gobierno de ese país de buscar una solución "estable y duradera" al fenómeno de la migración, que pueda conducir a un convenio "lo antes posible", según señaló el ministro Ouane. De momento, añadió Ouane, se han adoptado medidas prácticas para avanzar en la colaboración. En concreto, en el ámbito del intercambio de información sobre redes de tráfico de personas y sobre la procedencia de los inmigrantes ilegales con el fin de facilitar su expulsión. El ministro maliense recalcó que el problema de las migraciones no se circunscribe a los planos bilaterales, y en ese sentido calificó de "vital" la conferencia entre la UE y África, una iniciativa de Zapatero copatrocinada por Marruecos y que está previsto que se celebre en abril o mayo próximos.

España coopera este año en varios proyectos en Malí con una dotación de un millón de euros, aparte de otro millón que aportan las comunidades autónomas. El Ministerio está estudiando, además, la apertura de una embajada en Malí, país que ahora depende de la embajada en Mauritania, según señalaron fuentes diplomáticas.