Fue su frase más aplaudida. José Luis Rodríguez Zapatero acusó ayer a Mariano Rajoy de ser "un patriota de hojalata" por haberle criticado estos días mientras él negociaba en Bruselas el presupuesto de la Unión Europea y los fondos que recibirá España hasta el 2013. Los casi 4.000 incondicionales reunidos en un polideportivo de Torrejón de Ardoz (Madrid) celebraron el ataque, a pesar de que el presidente les advirtió de que no necesita "dar caña" al PP, como le pedían a gritos desde el público.

Los socialistas tenían ganas de mitin, tras unos meses en los que los actos de masas han sido protagonizados por el PP y destinados a denostar las políticas del Ejecutivo. Zapatero empezó con ironía su ataque más importante a los dirigentes populares. Con un "agradezco el apoyo del PP en la negociación en Europa" calentó al público, al que después tranquilizó señalando que "ha hecho lo mismo que hizo siempre la derecha". Recordó que a Felipe González le llamaron "pedigüeño" por lograr fondos de cohesión para España y que a él le acusaron de "entregar" los intereses de España en la UE a cambio de respaldo europeo "para esa OPA que tanto les preocupa", en referencia a la compra de Endesa por Gas Natural.

UNA SONRISA POR RESPUESTA Unas acusaciones que "resultan tan poco creíbles, tan insólitas en Europa", dijo, que han acabado por dar "fortaleza al Gobierno" para lograr un acuerdo en la UE que beneficia a España, sostuvo. El presidente detalló que ha mantenido los fondos de cohesión y ha logrado 2.000 millones de euros "sólo para España" en fondos para I+D+i. Y pidió a los socialistas que reciban "las mentiras, los embustes y las patrañas" del PP con "una sonrisa", porque "el tiempo juega en su contra". "Si no tememos la verdad, menos debemos temer a sus mentiras", concluyó.

Tras detallar las líneas generales de una situación económica que describió como boyante --"estamos mejor que con el PP y no vamos todo el día presumiendo"--, Zapatero anunció que el 2005 se cerrará "por primera vez en la historia de la democracia con superávit", y anunció que la Seguridad Social cierra el año con un excedente de 10.000 millones de euros. En enero, anunció, habrá una aportación al Fondo de Reserva de la Seguridad Social que lo situará en 30.000 millones de euros. "Somos la envidia de Europa por nuestras cuentas", aseguró, que están permitiendo una "política ambiciosa en lo social y avanzada en la modernización de España".

Zapatero lamentó que los dirigentes del PP vayan "de patriotas por la vida" cuando sólo son "patriotas de hojalata". Y añadió que el suyo sí es un Gobierno "patriótico", porque "no se pliega a los intereses de nadie aunque sea tan poderoso como los EEUU de George Bush". La alusión a los americanos fue muy celebrada en una localidad que ha albergado la base militar norteamericana de Torrejón.

ACTUACIONES INDEPENDIENTES La independencia con la que actúa su Gobierno fue uno de los avances de los que alardeó Zapatero. Así, detalló que "ya nadie dicta desde fuera la política exterior de España", en referencia a EEUU; "nadie impone su moral", en alusión a la ley de educación que "respeta el ideario de los padres pero no permite que la religión sea obligatoria ni evaluable"; y "nadie manda fuera del Gobierno por mucho poder que tenga y pueda ejercerlo a través de un medio de comunicación", dijo en advertencia a la Iglesia y a la emisora COPE. También se refirió a otros medios de la derecha cuando exigió aclarar "dónde están los agujeros negros del 11-M" o los "desiertos lejanos" en los que José María Aznar negó que se escondieran los responsables de la masacre de Madrid.