"He venido a comunicar las disculpas oficiales por esta ofensa que nuestro Gobierno ha calificado de inaceptable", dijo ayer el embajador español en La Paz, Juan Francisco Montalbán, tras ser convocado por el canciller Armando Loaiza a raíz del incidente bilateral que causó la llamada falsa de la COPE al presidente electo de ese país, Evo Morales.

"Quiero trasladarles mi perplejidad por este programa; no encuentro explicaciones que puedan justificarlo", señaló el diplomático a la prensa. Para Loaiza, el programa de la cadena había ofendido "la investidura del futuro presidente", que hace apenas unos días fue elegido "por el voto democrático mayoritario de la población". El embajador español, reveló a su vez Loaiza, le informó que en Madrid "ya se han tomado algunas medidas" al respecto. "El presidente José Luis Rodríguez Zapatero se ha dirigido a Evo Morales y le ha explicado en términos muy claros la posición del Gobierno de España, que deplora esta broma innecesaria y que quiere seguir trabajando para profundizar aún más los vínculos de cooperación", señaló.

Morales trató ayer de dar por superado lo que varios periódicos bolivianos calificaron de una provocación. "Ahora sí llamó el verdadero presidente Zapatero", dijo sonriente. Pero cerca de su entorno, persiste el malestar. Según El Diario de La Paz, Morales fue el blanco de "un claro insulto al pueblo boliviano" llevado a cabo por el programa de Federico Jiménez Losantos, "un conocido anticastrista español que, entre otras cosas, todavía justifica la intervención militar de Estados Unidos en Vietnam".

La agencia Bolpress calificó de claramente "política" la broma de la cadena COPE. La Razón, de La Paz, y El nuevo Día, de Santa Cruz, señalaron que la llamada de la emisora estuvo muy cerca de causar un verdadero "lío diplomático".