El juez Baltasar Garzón, que volverá a su puesto en la Audiencia Nacional el 1 de julio, se mostró ayer "optimista" ante al proceso abierto tras el alto el fuego anunciado por ETA y aseguró que el poder judicial sabrá "tener en cuenta" la nueva situación. Su opinión es de vital importancia ya que a partir de esa fecha dirigirá la causa abierta contra Batasuna, después de que varias voces hayan reclamado a los tribunales que tengan en cuenta el proceso de paz a la hora de decidir si envían a prisión a los acusados de colaborar con la banda.

"El juez no es ajeno a lo que sucede a su alrededor y a la sociedad en la que vive y entonces tiene que pulsar cuál es esa situación y trabajar en ese sentido", reiteró en la feria del libro de Madrid, donde firmó ejemplares de la obra que ha dirigido, La lucha contra el terrorismo y sus límites.

Garzón, que está acabando su excedencia para enseñar en una universidad de EEUU, apostilló: "Estamos en un buen momento y los jueces deben seguir actuando con independencia, prudencia e imparcialidad". Pero añadió que deben "valorar todas las circunstancias", una opinión que puede interpretarse como un mensaje al juez Fernando Grande-Marlaska, que el miércoles y el jueves decidirá si dicta prisión para Otegi y otros siete miembros de la mesa de Batasuna.