Si la situación no varía en las dos próximas semanas, poco tendrá que contar el ministro del Interior cuando acuda al Congreso a final de mes a dar cuenta de los avances en el proceso de paz. José Luis Rodríguez Zapatero reconoció ayer ante la dirección del PSOE que "va lento", que el diálogo para lograr el fin de ETA se ha ralentizado y no avanza al ritmo que él había previsto cuando anunció --en junio-- que Alfredo Pérez Rubalcaba haría balance de las conversaciones con los terroristas a finales de este mes.

El presidente no quiso dar detalles a los suyos, pero sí les reclamó un "esfuerzo de paciencia", una petición razonable --argumentó-- después de 30 años esperando a ver llegar el fin del terrorismo, según fuentes de la cúpula socialista.

Recordó que el camino será "largo y difícil" y que pasará por "momentos altos y bajos". Reconoció que ahora atraviesa un "impasse", según fuentes de la dirección del PSOE. Tras ese análisis, atajó la curiosidad de sus colaboradores pidiéndoles de nuevo la "prudencia y discreción" que ha solicitado siempre para este reto. Los miembros de la ejecutiva le correspondieron renunciando a referirse al tema. Ni uno solo de cuantos intervinieron sacaron a colación el fin de ETA, con lo que no hubo debate.

PESE A TODO, "OPTIMISTAS" A pesar de reconocer que el ritmo de la negociación con los terroristas no sigue el guión previsto por el Gobierno, Zapatero trasladó un mensaje de esperanza a la dirección del partido, según explicó José Blanco. "Los socialistas somos optimistas, aunque sabemos de las dificultades que entraña el proceso", resumió el secretario de organización.

Zapatero prometió informar a los suyos sobre la marcha del proceso en la próxima reunión de la ejecutiva, el día 18, la misma semana en la que --previsiblemente-- Rubalcaba trasladará a los grupos parlamentarios un informe del tema.

De hecho, el Ejecutivo ya tiene preparado el discurso que Rubalcaba ofrecerá en el Congreso si en las próximas semanas no se da ningún avance. Fuentes cercanas al ministro afirman que destacará lo positivo de un balance que incluye más de tres años sin muertos y la caída en intensidad de la kale borroka. El discurso incidirá en lo que se ha logrado sin hacer concesiones a la banda, ni siquiera el acercamiento de presos etarras a cárceles vascas.

PRESIÓN ABERZALE Zapatero reiteró ayer ante la ejecutiva los principios que rigen el proceso de paz desde que dio luz verde al diálogo con ETA en junio: no pagar precio político por la paz ni rebasar los límites del Estado de derecho para alcanzarla. Principios "inamovibles" sea cual sea el ritmo del proceso de paz, aseguran fuentes del Gobierno.

La falta de avances puede estar en el aumento de la presión del entorno etarra. Manifestaciones, rebrote de kale borroka y la explosión de un coche bomba en Francia cuyo impacto sobre el proceso aún analiza Interior. El Gobierno insiste en que no facilitará la legalización de Batasuna, paso previo indispensable para su participación en política.

Solo con la refundación en otro partido --nuevos estatutos y condena de la violencia-- se podrá presentar a las municipales del 2007. Incluso en medios jurídicos se admite que la permisividad con la que se ha actuado en verano puede acabar si Batasuna no cambia de actitud. El Gobierno, según estas fuentes, espera un movimiento de ETA que convierta el alto el fuego permanente en definitivo.