El 17 de octubre, nada más arrancar la campaña electoral en Cataluña, se votarán en el Congreso los presupuestos generales del Estado. La decisión adoptada ayer por la Junta de Portavoces de la Cámara irritó a CiU, que se quedó sola en su petición de que el debate se aplazara hasta el 2 de noviembre, justo un día después de las elecciones catalanas. Los nacionalistas acusaron al PSOE de actuar movidos por intereses electoralistas, pero los socialistas argumentaron que aplazar más la sesión plenaria hubiera impedido cumplir los plazos de tramitación de las cuentas anuales del Estado.

APOYO AL ADVERSARIO Mientras el Ejecutivo ofrece a CiU y ERC un pacto presupuestario por el que renuncien a presentar enmiendas de totalidad, la pretensión de los nacionalistas era no tomar partido hasta después del 1 de noviembre para evitar una alianza con los socialistas, sus rivales en Cataluña. El democristiano Josep Antoni Duran ya ha alertado de que, si José Montilla reedita el tripartito aunque CiU gane las elecciones, tratará a los socialistas como "adversarios" en el Congreso.

Ayer los portavoces adjuntos de CiU en el Congreso, Jordi Jané y Josep Sánchez Llibre, se mostraron molestos por lo que consideran una "interferencia" en la política catalana y una muestra de la "falta de seriedad" del PSOE. A su juicio, la convocatoria del pleno presupuestario los días 17 y 18 del próximo octubre obedece a una estrategia del extinto tripartito catalán --socialistas, ERC e ICV-- para unir sus fuerzas y favorecer sus intereses.

"SÍ GRATUITO" Sánchez Llibre acusó por adelantado a ERC e ICV de apoyar el proyecto "de manera gratuita", y alertó de que la fecha del pleno no condicionará el voto de CiU. "No vamos a estar acomplejados. Si son buenos, los votaremos. Y si no, presentaremos enmiendas", afirmó. El portavoz de ICV, Joan Herrera, se escandalizó por lo que considera "un descaro inaceptable" por parte de CiU, a la que acusó de pretender "apoyar los presupuestos a cambio de poder en Cataluña".

Por su parte, la secretaria adjunta del Grupo Socialista, Teresa Cunillera (PSC), recomendó a CiU que no se precipite, y aseguró que no alberga ninguna duda sobre su falta de complejos a la hora de tomar sus decisiones. Así, la diputada socialista aprovechó para recordar que CiU no tuvo complejo alguno "cuando en dos ocasiones votó a favor de la investidura de José María Aznar o incluso cuando apoyó todos los presupuestos de los gobiernos del PP".