Todos los grupos parlamentarios excepto el PP advirtieron ayer de que el plante que realizaron a los conservadores el martes en el Congreso se repetirá cada vez que estos intenten llevar al Parlamento su teoría conspirativa sobre la masacre islamista del 11-M. El martes, los portavoces de los grupos se negaron a debatir con el PP una moción que pedía nuevos informes sobre el atentado y solo leyeron una enmienda que respaldaba la labor de la policía y de la justicia en la investigación de ese ataque.

"Queremos dejar claro que el Parlamento no se puede prestar a la manipulación del PP, que tiene como objetivo desprestigiar las instituciones del Estado", explicó el socialista López Garrido en una rueda de prensa conjunta con representantes de los otros seis partidos (IU-ICV, CiU, PNV, ERC, Coalición Canaria y Grupo Mixto).

"POLÍTICA DESCABELLADA" "Esto es un aldabonazo al PP para que abandone esa política descabellada", manifestó López Garrido, quien advirtió: "Siempre vamos a impedir que el Parlamento se manipule en defensa de tesis de presuntos asesinos" imputados por el 11-M. Todos los grupos resaltaron que la investigación está ahora en manos de la justicia y pidieron al PP que, si tiene pruebas de sus sospechas, que las entregue al juez.

Por su parte, el portavoz del Grupo Parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, tachó la actuación del resto del arco parlamentario de "bastarda e histérica" y aseguró que a su partido "no le calla nadie". Acusó al PSOE de intentar "aislar y ridiculizar" a la oposición y recordó que tuvo el mismo comportamiento en épocas del GAL. Advirtió de que su actitud "tendrá consecuencias" respecto a los posibles pactos que les ofrezca el Gobierno.

Mariano Rajoy aseguró que seguirá pidiendo al Gobierno "que no abandone nunca" la investigación sobre el 11-M, para que "se sepa la verdad". Rajoy afirmó que "no hay ningún país en el mundo que, cuando se produce un acontecimiento tan dramático, no quiera trabajar para que se sepa la verdad".