España no logró arrancar ayer a Senegal la firma de un acuerdo de inmigración de segunda generación similar a los que suscribió la víspera con Guinea Conakry y Gambia. El ministro de Asuntos Exteriores senegalés, Tidiane Gadio, afirmó que el convenio, con el que Madrid pretende vincular las ayudas al desarrollo a la lucha contra la inmigración ilegal, se firmará a finales de este año o principios del próximo.

Gadio, sin embargo, rehusó estampar su firma en un memorando de compromiso que con esa finalidad le presentó su homólogo español, Miguel Ángel Moratinos, con el argumento de que la colaboración que brinda ya su país en repatriaciones y control de fronteras va "mucho más lejos" de lo que está recogido en el texto.

En su lugar, sellaron un acuerdo de cooperación, por medio del cual España triplicará sus ayudas a Senegal hasta los 15 millones anuales, sin contraprestaciones en materia de inmigración. También acordaron la creación de una "ventanilla" en el país para que empresas españolas puedan contratar de modo legal trabajadores de ese país.