El Gobierno no comparte la percepción de CiU de que la retirada de la enmienda convergente a los presupuestos generales preludie una relación especial en el futuro entre el Ejecutivo central y los nacionalistas catalanes. "No me condiciona", dijo ayer José Luis Rodríguez Zapatero en una conversación informal en el Senado, cuando se le preguntó por el apoyo tácito de los convergentes. El jefe del Ejecutivo descartó que ese acercamiento a CiU suponga el estreno de la sociovergencia.

El discurso oficial del Gobierno es que mantiene los mismos socios preferentes con los que resultó investido. Zapatero no se refirió a la decisión de CiU de retirar su enmienda a las cuentas del 2007 como el fruto de un acuerdo con el Gobierno, sino como la decisión de un partido. En cambio, el líder de CiU, Artur Mas, consideró que, tras la negociación con Pedro Solbes, ha logrado anular el acuerdo sobre inversiones entre el Gobierno y el tripartito.

Por otra parte, Eduardo Zaplana afirmó que no cree "bajo ningún concepto" que Josep Piqué haya prohibido su participación en la campaña del PP catalán, como publicó ayer este diario. "Estoy a disposición del partido", dijo.