El PSOE está dispuesto a participar en la marcha contra ETA convocada para el próximo día 3 en Madrid por el Foro Ermua y respaldada por el PP, pese a que el lema de la misma criticará el "diálogo" como sistema para buscar el fin del terrorismo. Los socialistas sopesan varias fórmulas de participación de bajo perfil, más vinculadas al cargo institucional de quien acuda que a su papel en el partido. El Gobierno estudia si debe asistir.

El PSOE y el Gobierno se sienten "excluidos" de una convocatoria que carga contra la política antiterrorista de José Luis Rodríguez Zapatero al rechazar el diálogo como un medio para lograr el fin de ETA. Pero los socialistas no quieren reproducir la actitud del PP, que se negó a secundar la manifestación con la que los ecuatorianos residentes en España condenaron el atentado que mató a dos de sus compatriotas el 30 de diciembre en Barajas. El Gobierno está atrapado en su propio ejemplo, porque envió a dos ministros a la marcha de los ecuatorianos, pero no tiene claro que su presencia sea bienvenida en esta marcha.

REPRESENTANTES La manifestación del 13 de enero, de rechazo al atentado con el que ETA rompió el alto el fuego, suscitó el debate sobre la ausencia de representantes de los gobiernos municipal y autonómico de Madrid, del PP. Los socialistas sopesan enviar a la marcha del Foro de Ermua una representación escogida entre sus concejales o diputados autonómicos.

En nombre de los convocantes, Mikel Buesa, presidente del Foro de Ermua, dijo ayer que "será bienvenido todo aquel que quiera acudir a derrotar a ETA o a negar la negociación". Este colectivo defiende el pacto antiterrorista entre los dos grandes partidos, pero sostiene que el PSOE lo ha dejado. Ante posibles agresiones, Buesa recomienda a los socialistas que acudan que contacten con el Foro de Ermua para que sus servicios de orden les puedan proteger.