Aprovechando la euforia mitinera, el presidente manchego, José María Barreda, coló en su discurso dos peticiones a Zapatero. Una, que las autonomías coparticipen en los órganos de gestión del agua y que se ponga fin al trasvase Tajo-Segura "tal como se concibió". Otra, que no se incluya el vino (Castilla-La Mancha es importante productor) en el "saco de las bebidas alcohólicas de gran graduación". "Podéis estar tranquilos con el vino", dijo Zapatero. Del agua, ni mú.