La tensión entre los socios del tripartito vasco sigue subiendo. Ayer coincidieron nuevos reproches del PNV hacia sus compañeros de Gobierno con los llamamientos de EA y EB para reconducir la crisis. La secretaria de la ejecutiva peneuvista, Josune Ariztondo, acusó a los dirigentes de estas dos formaciones de intentar "socavar" a su partido aprovechando que está en pleno debate interno.

Ariztondo respaldó la nota hecha pública el martes por el portavoz de la ejecutiva, Iñigo Urkullu, en la que arremetía contra los representantes de EB y EA que en las últimas semanas se han pronunciado a favor de una consulta popular, pese a la persistencia de la violencia etarra. La dirección del PNV reiteró ayer que estas declaraciones suponen una "deslealtad" hacia los compromisos del tripartito, así como un intento de abrir una brecha en el partido entre el sector encabezado por Joseba Egibar, partidario de celebrar el referendo, y los seguidores de Josu Jon Imaz, que estiman que no es el momento oportuno para la consulta. Así, el senador del PNV Iñaki Anasagasti acusó al coordinador de Ezker Batua (EB) y consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, Javier Madrazo, de tener "un morro que se lo pisa". A través de su página web, le recriminó su "traición" al tripartito y le advirtió que "con las cosas de comer no se juega", en alusión a la cartera que ostenta gracias a su pacto con el PNV.

SECTOR MODERADO También el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, encuadrado en el sector más moderado del PNV, aplaudió la postura de su ejecutiva, que calificó como "un puñetazo en la mesa" justificado porque "esto no es un circo". Desde EA y EB se intentó reconducir la situación.

El presidente de EA en Guipúzcoa, Iñaki Galdós, reclamó "madurez y responsabilidad", mientras que Madrazo dijo que el tripartito saldrá "reforzado" del debate de política general previsto para septiembre.