El lehendakari, Juan José Ibarretxe, afirmó hoy que la violencia de ETA no puede

condicionar que el País Vasco aborde un proceso de "normalización política" que

finalizará con una consulta popular, ya que a su juicio el "pueblo vasco ha de

decidir, al margen de que exista o no ETA", aunque dijo no saber cuándo.

Ibarretxe hizo estas declaraciones en una rueda de prensa, tras presidir el

primer Consejo de Gobierno del curso político en San Sebastián, donde anunció

que en el último tramo de esta legislatura impulsará el debate sobre el "derecho

a decidir" de la sociedad vasca.

El lehendakari, quien eludió aclarar si habrá o no consulta en esta

legislatura, se comprometió no obstante a cumplir su compromiso de intentar dar

al pueblo vasco "la paz y la palabra" antes de que finalice su mandato. "La

normalización política, la búsqueda de acuerdos para establecer un modelo de

relación amable, de convivencia, entre Euskadi y España, no puede depender de la

existencia o no de ETA", sostuvo el mandatario vasco, quien agregó que, "de lo

contrario, estaríamos asumiendo que quien tiene el timón, la gestión de la

agenda política, sería ETA".

Ibarretxe afirmó que la violencia terrorista "es uno de los grandes

obstáculos que este país tiene para decidir su futuro" y apostilló que las

condiciones para llamar a una consulta popular son las "explicadas y

explicitadas" en los acuerdos de gobierno, en los que se detalla que un

referendo se deberá ejercer en una situación de ausencia de violencia.

Convencido del apoyo

Ibarretxe avanzó que en el año y medio que queda de legislatura pretende

"impulsar y liderar" un debate en torno "al principio ético 'todos los derechos

humanos para todas las personas'" y también sobre el "principio democrático

'capacidad de decisión de la sociedad vasca". Para ello impulsará medidas "con

el rotundo apoyo de las tres formaciones políticas que están en el gobierno"

para "tejer mayorías, impulsar debates" y finalizar el proceso "como tiene que

acabar en democracia cualquier iniciativa, con una consulta democrática a la

sociedad para decidir su futuro".

El lehendakari admitió que han existido "rifirrafes políticos" entre los

socios del ejecutivo autonómico este verano, pero destacó que, por primera vez

en los últimos 20 años, todos los partidos políticos que gestionan el Gobierno

Vasco y las tres diputaciones comparten dos principios: "un no cerrado a la

violencia y un sí a todos los derechos humanos"; y "un sí a la voluntad de

decidir del pueblo vasco".

Ibarretxe se mostró convencido de que los tres partidos apoyarán sin reservas

las iniciativas que previsiblemente presentará en el Pleno de Política General

del 28 de septiembre, y dijo saberlo porque durante este verano ha mantenido

muchas conversaciones "entre bambalinas" y no "en los medios de comunicación".

El lehendakari aludió también a las últimas acciones de ETA, de la que

destacó el secuestro de una familia de Orio con un niño de 4 años, que comparó

con los "secuestros exprés" que se hacen en el tercer mundo.

También hizo alusión a la situación política de Navarra, donde a su juicio se

ha demostrado que el PSOE no sólo no acepta la voluntad de los vascos sino que

tampoco acepta la de su propio partido en la Comunidad Foral. En este contexto,

el lehendakari advirtió de que el futuro del País Vasco se decidirá en Euskadi,

"y no en Madrid entre el PSOE y el PP".