A los empresarios les gusta la tranquilidad. Huyen de promesas vagas, pero piden que se les haga caso. El vicepresidente Pedro Solbes les dio ayer lo que querían, una imagen de calma y optimismo, pero también les dejó claro cuál es su modelo. Y rechazó otra rebaja del impuesto de sociedades, después de que en esta legislatura haya pasado del 35% al 30%, una medida que pactó el PSOE con CiU.

Solbes pronunció ayer una conferencia en la patronal catalana Pimec en la que le faltó "entusiasmo", según algunos asistentes, aunque aseguró que la economía seguirá creciendo y que se podrán acometer todos los compromisos en infraestructuras. Hace dos semanas el invitado había sido el número dos del PP por Madrid, Manuel Pizarro, quien se mostró partidario de medidas liberales.

LA MEDIA EUROPEA Solbes, que debatirá mañana con Pizarro en televisión, no rechazó por completo acometer rebajas fiscales, pero entendió que España no está por encima de la media europea. El presidente de Pimec, Josep González, le replicó que había margen para bajar el impuesto de sociedades. Lo pidió también la Cámara de Comercio de Barcelona para situar el impuesto en un 25%. Pero en Alemania está fijado en el 38,70%; en Francia, en el 33,83% y en el Reino Unido, en el 30%; aunque hay nuevos países de la UE que compiten con un 19%.