LUGAR Y FECHA DE NACIMIENTO CAMPORRELLS (HUESCA), EL 30 DE MARZO DE 1951

TRAYECTORIA YA MODERÓ, EN 1993, EL PRIMER DEBATE ENTRE GONZÁLEZ Y AZNAR. AHORA, COMO PRESIDENTE DE LA ACADEMIA DE TELEVISIÓN, ORGANIZA Y VA A ARBITRAR EL PRIMERO ENTRE ZAPATERO Y RAJOY

--Usted es presidente de la institución que está organizando los debates y al mismo tiempo va a moderar el primero de ellos. ¿Qué es más difícil, pactar el cara a cara o moderarlo?

--No tenga ninguna duda, es más difícil conseguir que se hagan y llegar a los acuerdos pertinentes. Ninguna duda. Para los profesionales moderar un debate siempre es complicado, pero lo que se ha conseguido con la aceptación de Zapatero y Rajoy rompe con 15 años de sequía de debates.

--¿Qué es lo más extraño que han pedido los partidos?

--Sinceramente, la relación con los partidos ha sido muy correcta. El debate entró hace diez días en la Academia ya pactado y pautado entre ellos.

--Estas semanas hemos asistido a una quiniela de periodistas como posibles moderadores del segundo debate, antes de que se anunciase que la encargada sería Olga Viza. ¿Se ha sentido presionado por los grupos mediáticos?

--No, no me he sentido presionado. Hay docenas de periodistas que podrían moderar extraordinariamente bien el debate. Pero se pedía neutralidad, y hay más cadenas que debates. Eso hacía que, por ejemplo, Ana Blanco se identificase con Televisión Española, Matías Prats con Antena 3 o Pedro Piqueras con Tele 5. Eso condujo a que la lista se redujese a cinco o seis nombres.

--Alguno de estos grupos parece dispuesto a convertirle a usted en protagonista, cuestionando su imparcialidad y reprochándole su presunta vinculación al PSOE. ¿A qué atribuye estas acusaciones?

--Cada uno es responsable de lo que dice, ya lo justificaran. Moderé el debate entre González y Aznar porque ambos me dieron la confianza. Ese ha sido mi principal activo: el recuerdo en el PSOE y el PP de mi imparcialidad absoluta en ese debate y en ocho más. Ese recuerdo es la base sobre la que moderaré este.

--¿Cómo interpreta la decisión, primero de Tele 5 y después de Antena 3, de no emitir los debates electorales?

--La posición de Tele 5 es previa a que la Academia tuviese el encargo de organizar los debates. Tenía referencias por la prensa de su decisión de querer rentabilizar la audiencia, y está en su derecho. Antena 3 pensaba que tenía derecho a personalizar uno de los debates, que fuese una persona cercana a su pantalla o a Onda Cero. Es perfectamente respetable, no tiene ningún secreto. Legítimamente ambas cadenas defendían un modelo propio, pero los partidos apostaron por una opción que fuese el máximo de neutral.

--¿Conoce personalmente a Zapatero y a Rajoy?

--Sinceramente, conozco personalmente a Rajoy. He conversado más tiempo largamente con él. Hemos desayunado, mantuvimos algunas conversaciones en Antena 3, y estuve en su despacho al principio de la legislatura. A Zapatero lo conozco de saludarle en los pasillos del Congreso, pero no hemos hablado fuera del Congreso.

--Dada su larga trayectoria en televisión, ¿les daría algún consejo?

--Tienen suficientes asesores y muy preparados. Ambos son buenos profesionales de su oficio, no creo que necesiten consejos.

--¿Teme que la crispación de la legislatura se acabe percibiendo también en los cara a cara, o cree que los candidatos van a ofrecernos su cara más amable?

--Será un gran debate, presidido por la corrección. Los dos son extremadamente correctos como han demostrado a lo largo de esta legislatura.

--¿Considera que un debate puede decidir unas elecciones?

--Salvo catástrofe imprevisible, un debate no decide las elecciones, pero las anima, y eso es bueno. Motiva a la participación y a que los indecisos tomen sus decisiones personales.

--Supongo que no se atreve a darme un pronóstico de quien ganará su debate. Pero, ¿piensa que conseguirá más o menos audiencia que los 10 millones de telespectadores que obtuvo cuando hace 15 años moderó el debate entre Felipe González y José María Aznar ?

--Razonablemente puede ser así. La población ha aumentado de manera considerable. Es una quiniela difícil. Entonces había 38 o 39 millones de españoles y ahora unos 44. Ha aumentado la población en 5 o 6 millones por lo tanto es posible volver a tener esa audiencia.